bc

Santificado sea tu nombre.

book_age18+
235
FOLLOW
1.6K
READ
forbidden
HE
forced
arrogant
mafia
bxg
kicking
cleric
seductive
villain
like
intro-logo
Blurb

Marie Sallow ha consagrado su vida a dios convirtiéndose en una monja religiosa. Ha dejado su pasado atrás y todo lo que con el arrastraba. Adán Martell, líder de la mafia más poderosa traerá de vuelta todo lo que un día fue, obligándola a casarse con el para dejar de ser la hermana Marie y convertirse en Ginebra Sallow, la mujer con un sucio pasado.

chap-preview
Free preview
Capítulo Uno
Santificado sea tu nombre. Alexandra Figueroa. Hola mis diosas bonitas, ¡he vuelto! Aviso rápido, esta historia contendrá mucho contenido explícito en donde la religión está incluida, me disculpo de ante mano si ofendo a alguien pero no es la intención, esto es mera ficción. —No puedo hacer esto. –asegura el sacerdote con voz temblorosa. —No le pregunté si podía o no, le ordené que lo hiciera. —Las bodas llevan un proceso, un tiempo, además ella... Ella no se ve feliz. —No se ve feliz por que usted es incapaz de hacer que nuestro matrimonio sea bendecido por dios. —Está... Ella está amordazada. —Sí bueno, pequeños detalles. Ahora, haga lo que tenga que hacer antes de que le vacíe mi pistola encima. Ya es muy tarde y no quisiera incomodar a los vecinos que duermen. —Entiende hijo que... —¡Le dije que lo haga! Me importa una mierda su protocolo o lo que sea. Quiero que me case con ella y más le vale no colmar mi puta paciencia por que creame que no quiere eso. Ahora, salga de este cuchitril y vayamos a la jodida iglesia a que me case de una buena vez. »Esta mujer es mi esposa de manera legal, y solo quiero que dios bendiga mi matrimonio, seré muy generoso y sabré recompensar su labor. Su iglesia necesita donación, yo puedo darle miles de dolares para ello. Si había algo que llenaba el corazón de aquel sacerdote era la posibilidad de tener dinero suficiente para mejorar su iglesia. La oportunidad estaba literalmente tocando a su puerta, Adán Martell llegó a casa del sacerdote con una petición única y bastante disparatada. Quiere casarse con una mujer que se robó de un convento, pero no es cualquier mujer, su antiguo nombre aún la precede, Ginebra Sallow, una andrajosa adolescente que durante sus años más preciados se dedicó a robar para mantener a sus hermanos y a su abuela enferma. Ahora es conocida como la hermana Marie, casada con dios y comprometida a la castidad permanente... Pero eso está por terminar. —Adán Martell, ¿aceptas por esposa a Ginebra Marie Sallow? —Sí, acepto. —Ginebra Marie Sallow, ¿aceptas por esposo a Adán Martell? Ginebra, niega con la cabeza derramando gruesas lágrimas. Ni siquiera es capaz de hablar debido a la mordaza que cubre sus labios. —Gin, no seas así, ya somos marido y mujer legalmente, esto es mera formalidad. Continúe padre. —Pero si ella se niega... ¿Por qué se niega? Adán quita la mordaza de la boca de su prisionera y ésta lo primero que hace es escupir su rostro. Adán limpia sin prisa su saliva mientras ella calma su respiración. —Ego sum monialis, adiuva me, pater. (soy una monja, ayúdeme, padre.) —¿Pero qué estas diciendo? ¿Es eso verdad, Adán? —No, ella miente. –asegura mientras acomoda la mordaza en su lugar–. Ahora puede proseguir, tengo una reunión en quince minutos. —Pero hijo esto no es... —Dije que continue. –sisea apuntando su pistola hacia el perplejo sacerdote. Es más que obvio que el sacerdote no se va a arriesgar a que lo maten y menos a esta hora de la noche en donde nadie se va a dar cuenta de quien fue. Su vocación lo está dividiendo en dos, por una parte desea hacer justicia para esta chica por que no es normal que este atada y amordazada para casarse, pero las necesidades de los feligreses son muy importantes también, los huérfanos, los hombres y mujeres que han quedado sin hogar, todas esas niñas rescatadas de los lugares más horrendos que el mundo pudo haber visto, todos ellos necesitaban de ese dinero y de la ayuda que Adán le está dando a cambio de casarlo con la mujer que ya tiene enfrente. Sabe que decisión tomar, no hay otra manera. —Por el poder otorgado por dios padre, yo los declaro marido y mujer. Que lo que acaba de unir el señor, no lo separe el hombre. El padre bendice la unión mientras Adán le extiende un cheque con una exorbitante cantidad de dinero escrita en el, toma a Ginebra entre sus brazos y sale de la iglesia. Hay dos cosas seguras que el sacerdote jamás va a olvidar de esta noche, el rostro de esa mujer y todo lo que ese hombre ha hecho por su iglesia. Arrodillado ante dios, amargas lágrimas bajan por sus cansadas mejillas. —Perdóname padre, por que he pecado. –murmura sin parar mientras golpea su pecho en señal de arrepentimiento. *** —¡Eres un imbécil! Estúpido arrogante mal nacido. —Hermana Marie, ¿qué clase de vocabulario es ese? No, no, no, dios estaría demasiado avergonzado de ver qué uno de sus más fieles corderos se ha descarrilado del camino del bien y blasfema en contra de su semejante. —Tú ni siquiera te puedes hacer llamar mi semejante. Eres la cosa, escúchame bien, la cosa más ruin y asquerosa que puede habitar el mundo. »Tú, Adán el pecador, naciste de las entrañas del infierno, lleno de pecado y maldad, incapaz de ser tocado por dios. —Adán es el hijo favorito de dios, el primero, hecho de arcilla, soy superior a ti. —El nombre no hace al hombre, podrás llevar uno de los más importantes para él pero sigues siendo una escoria, simple basura ante su magnificencia. —¿Magnificencia? ¡Mírame a mí, Ginebra! Yo soy un puto dios, el Todopoderoso, con solo mover un dedo puedo tener lo que yo quiera y poner a mis pies a quien me plazca. ¿Qué hace tu dios? ¿Mandar enfermedades y guerra? »Yo doy a quien necesita y le quito a quien quita, castigo a quien se lo merece y bendigo a quien lo desea. A tu dios le ruegas de rodillas que tenga compasión, a mí me vas a rogar que no la tenga y te voy adelantando que también será de rodillas. —Si me tocas, te mataré. Aunque mi alma se condene al infierno por el pecado de quitarte la vida. —¿Pero que dices? Tu alma ya está condenada a arder en el infierno mi amor, ¿o es que ya se te olvidó quién eras antes de ser "Marie"? Una adolescente ladrona que robaba comida, dinero y lo que sea que pudiese para llevarle de comer a sus pobres hermanos abandonados. —Fui juzgada por ello y dios me perdonó. Por eso le ofrecí mi vida a él. —Tenia entendido que dios juzga una vez que mueres, ¿No es así? —Tú no sabes nada. –asegura y me da la espalda no queriendo oír más. Adán camina hasta ella y la acorrala contra la pared con rudeza, acerca sus labios a su oído y la aprisiona con su cuerpo. Adán es considerablemente más grande que ella, de cuerpo musculoso y un metro ochenta de altura no son competencia para el pequeño cuerpo de Ginebra. —Tal vez no sepa nada de religión, pero hay cosas que sí sé. Cómo qué ese vestido se ajusta a tu cuerpo en zonas que me ponen muy caliente, ver cómo tus senos son abrazados por la fina tela y como cae por tus caderas. »tambien sé cómo se vería mis dedos sonteniendola y como tus senos cabrian en mis manos, sé que posiblemente seas tan dulce como la manzana que Adán mordió antes de ser exiliado del paraíso por qué se dió cuenta que el verdadero paraíso se encontraba entre las piernas de Eva. »estoy seguro de que los pecados existen Ginebra y tú eres uno, de culo redondo, senos firmes y caderas peligrosas, y quiero perderme en ti, en cada centímetro de tu cuerpo, quiero caer en la tentación. –susurra mientras una de sus manos se cuela debajo de su vestido. Ginebra trata de librarse de su toque pero es imposible debido a que la supera en fuerza, así que solo lucha para que sus dedos no profanen su cuerpo. Uno de sus dedos se cuela entre sus piernas y apenas roza un poco de ese lugar, gruñe en su oído excitado por la calidez de su roce. El imponente hombre se aleja de aquella mujer asustada y confundida, ella corre hasta la cama mientras Adán lleva su dedo a sus labios. Lo lame y acaricia su erección por encima de su pantalón. Todo bajo la atenta mirada de ella. —Santificado sea tu nombre, Ginebra. –murmura antes de salir de la habitación y cerrar con llave, guardando el mayor de sus tesoros.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Vendida al CEO cruel.

read
17.0K
bc

La Mansión del Sexo

read
8.3K
bc

La mujer de los hermanos Smith

read
33.3K
bc

La Dulce Tentación

read
10.7K
bc

Cautiva por la bestia

read
10.2K
bc

(+18) Sweet Candy - SEX HARD 1

read
191.0K
bc

Una esposa para el CEO

read
186.8K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook