-Andrea- Karen me lleva tras vestidores, los labios me vibran, el corazón duele y las lágrimas caen. Soy incapaz de mantenerme firme, las piernas me tiemblan en un ataque de pánico. He lastimado a Saúl con este estúpido e inexplicable sentimiento por Evan, el cual no debe ser más que un absurdo recuerdo al que mi corazón se aferra. - Andrea cálmate, todo estará bien –decía Karen tomando mis manos. Sus ojos reflejan lástima y preocupación al notar la marca en mi muñeca. - No puedo Karen, ¿Qué hice? Saúl no me perdonará nunca… -la culpa se apoderaba de mí. El miedo de perder a Saúl me asustaba, todo lo que había logrado podría desvanecerse. Esto dolía más que la herida latente en mi mano. - Es él quien te lastimó, tú no tienes la culpa –me niego a creer en sus palabras