Un acontecimiento más que especial. Hades se concentra en Amelia, quien sin ningún pudor se sube su vestido rojo y deja ver su ropa interior de encaje, del mismo color. Su piel se eriza ante el toque posesivo de Hades, que va dejando pequeños besos desde su cintura hasta sus muslos, que con sus gruesos dedos, roza su parte íntima sin previo aviso y aprieta con brusquedad sus pechos; lo que provoca en Amelia un fuerte y ronco gemido de éxtasis. (...) Jeanne Jhonson llega al cuarto donde se observan las cámaras de seguridad. Se siente tranquila al saber que todo se estaba desarrollando bien y que no se habían presentado mafiosos, empresarios o empleados con el objetivo de dañar el evento. No obstante, quería asegurarse por sí misma. Toma asiento en uno de los sillones reclinables y comi