Las vibrantes calles de la ciudad de Busan, corea del sur me dan la bienvenida a medida que las atravieso en la parte de atrás del auto que se dirige a una zona en la que jamás me imaginaria al matrimonio Rivera. Han pasado dos semanas desde que firmé el acta de matrimonio con Anet Butler, dos semanas en las que permanecí en Irlanda poniéndome al tanto del estado en el que se encontraba la organización después de la muerte de Aodh Butler. Esperaba encontrar una guerra por el control de la organización, pero al parecer Aodh supo asegurar la posición de su heredera para que ninguno de los demás capos pudiese usurpar su lugar. En la primera reunión con los capos pude sentir cierto recelo por parte de Lennon Butler quien no hizo más que lanzar comentarios dejando clara su oposición a la deci