—¿Estás bien, cachorrita? —Acaricia su espalda desnuda después de haberla tomado durante casi toda la noche. —Estoy agotada. —Frota su rostro contra su pecho. El Don la envuelve con uno de sus brazos mientras cubre sus cuerpos desnudos con el otro. —Descansa. Kara deja salir un suspiro y su cuerpo poco a poco se relaja. Leonardo se queda en la cama hasta que los primeros rayos del sol empiezan a salir. Suspira, sale con cuidado de no despertar a Kara y cierra las cortinas del ventanal; deja la habitación en penumbra. Toma una ducha rápida, se coloca su ropa interior y baja a preparar el desayuno. Aprendió a cocinar porque solía pasar un mes completo en la cabaña y siempre necesitó de una cocinera que pudiera interrumpir la soledad de la casa. Sin embargo, sus ganas de pasearse desnu