El día para ambos grupos fue maravilloso. Kara disfrutó bastante su día junto a Williams y Tamara, los cuales la consintieron en todo. La llevaron a comprar ropa para los pequeños y llegaron a la casa a las seis de la tarde. El Don se encuentra en la alberca junto a su hermano, comparten un habano y una botella de tequila del más caro. —Vaya, ¿qué celebramos? —Tamara los mira. Ellos comparten miradas cómplices. —Negocios. ¿Qué tal su día de compras? —El hermano del Don se acerca a la orilla de la alberca, precisamente donde está la chica de Fer. Tamara le da una mirada de ‘‘No te atrevas’’. —Compramos muchas cosas para los bebés —contesta la loba muy animada y observa al Don, que asiente y sale de la piscina para mostrar su espectacular cuerpo cubierto solo por un pequeño traje d