Capítulo 4 (Dannya Menchaca.)

1846 Words
Hola a tod@s mis lector@s, he visto muchos comentarios de que no pueden leer la novela, quiero recordarles que en esta plataforma todas las historias pasan a ser de paga después de un tiempo, para leerla pueden usar los bonos diarios que da la app de Dreame o Sueñovela haciendo algunas tareas, también pueden comprar monedas para apoyar mi trabajo de manera legal.  Agradezco mucho su apoyo.  ************************************************************************************************************** Mi padre me está esperando en la puerta. —¿Arreglaste algo? —No papá, creyó que quería una donación y después me acusó de ser periodista. —Hija, tienes que entender que a él se acercan muchas personas mal intencionadas ¿cómo puede saber que tú no lo estas haciendo? —Lo sé papá, todo esto es una locura, y para colmo dice que no fue a Las Vegas hace 11 años. —Bueno entonces tendrás que arreglar todo de forma legal, no es tu problema si se entera la prensa. —En realidad no quería exponer a Andrew papá, se morirá de la vergüenza.  Mi padre me abraza. —Es doctor hija, algún remedio encontrará para no morirse. Sin poder evitarlo sonrío, mi padre siempre logra sacarme de cualquier momento triste en el que me encuentre, llegamos al hotel y nos vamos directo al restaurante, los dos estamos hambrientos. Hacemos nuestra orden y en eso suena mi teléfono de un número desconocido. —¿Hola?  —Te mandaré la dirección de mi casa, hay una fiesta esta noche, ahí hablaremos de lo que me querías decir, espero que no cometas el error de llevar alguna cámara o micrófono porque mi seguridad te va a revisar, y si eres periodista no dudaré en demandarte.—Su llamada me sorprende tanto que me quedo en silencio—¿Me escuchaste? —Si, claro que te escuché, y ya te dije que no soy periodista. —Bueno, entonces te espero esta noche, sólo espero que no me estés haciendo perder el tiempo. Cuelga y me quedo viendo el teléfono, después de unos minutos recibo su dirección en un mensaje. —¿Quién era?—pregunta mi padre. —Brett, al parecer le ganó la curiosidad y me invitó a una fiesta esta noche en su casa. —No hija, Brett no vive en una casa, vive en una enorme mansión, te sorprenderás cuando la veas. —Me lo puedo imaginar, es bastante presumido. Mi padre sonríe. —Eso es porque es un excelente jugador, pero lo importante es que vas a poder hablar con él, estoy seguro que cuando mencionaste Las Vegas se acordó de algo. —¿Y si no me cree? —Entrégale los papeles, ya él sabrá si los revisa o no. —Bueno, sólo espero no arrepentirme de aceptar su invitación. —Procura no tomar alcohol. —¡Papá! —Es broma Izan, ¿quieres que te acompañe?  —No, creo que mejor voy sola, lo que tengo que decirle es rápido y no creo tardar mucho en la dichosa fiesta. —Esta bien hija como tú decidas. Terminamos de comer y paso a la recepción mientras mi padre se va a descansar. —Señorita ¿dónde puedo comprar un vestido de noche por aquí cerca?  —Tenemos una boutique en el hotel—dice dándome las indicaciones para llegar. La boutique es bastante grande, empiezo a buscar y encuentro un vestido n***o, de dos piezas, la parte de arriba tiene bordados con lentejuelas y la falda es larga, la verdad es que es precioso y ni que decir del material, me lo pongo y se ve increíble, cuando veo el precio me parece algo excesivo pero no tengo muchas opciones, compro unos zapatos que le combinen y un bolso. Me voy a la habitación para empezar a prepararme, por suerte traigo una gabardina que me servirá, me doy una ducha, seco mi cabello y lo dejo suelto, me pongo maquillaje resaltando mis ojos y cuando estoy lista me pongo el vestido, me veo al espejo y me agrada el resultado, salgo al recibidor y mi padre se está tomando un café. —Izan, estás preciosa—dice sorprendido. —Gracias papá— suspiro nerviosa.—¿No crees que es demasiado?  —No hija, imagínate los invitados que habrá en la fiesta. —Si, es lo que pensé. —¿Pediste un taxi?  —Sí papá, de aquí mismo del hotel. —Perfecto, cuídate y cualquier cosa me llamas, estaré al pendiente. —Claro papá, gracias. —Suerte. Tomo mi bolso y pongo los papeles ahí, me pongo la gabardina y bajo a la recepción, el taxi me está esperando, le doy la dirección al chofer y voltea a verme muy asombrado. —Señorita esta dirección está algo alejada. —Está bien, no importa. Después de casi un hora por fin llegamos, la mansión de Brett deja mucho que desear en las fotografías, es impresionante tal como lo dijo mi padre. —¿Señorita quiere que regrese por usted? Me quedo pensando por un momento. —Si puede volver en 2 horas, se lo agradecería mucho. —Por supuesto. —Gracias.—Me bajo del taxi y empiezo a ponerme nerviosa, el frente de la casa está lleno de coches lujosos, se escucha la música muy fuerte, me acerco a la puerta y hay varios guardias. —Me puede mostrar su invitación. —¿Cómo?  —No puede entrar si no trae una invitación. —El señor Brett me mandó la invitación por teléfono. Le muestro el mensaje con la dirección y se queda viéndome desconfiado. —Disculpe señorita pero esto no es suficiente. —Pero... En eso se acerca un hombre. —¿Qué pasa Joel?—le pregunta al de seguridad. —La señorita dice que es invitada de Brett pero no trae invitación. El voltea a verme y sonríe. —Soy Kilson, ¿usted es?  Extiendo la mano para responder a su saludo. —Soy Izan Greyson. Él se queda viéndome esperando más información. —Brett me invitó, necesito hablar con él de algo importante. —Ah si,¿es usted la chica del estadio? —Si, bueno, eso creo. —Algo me comentó, pase por favor. —Gracias. Lo sigo y me guía a la parte de atrás de la casa donde tienen una enorme celebración, hay carpas enormes con luces, todo se ve muy sofisticado, además de los jugadores puedo ver a varios artistas, todos muy elegantes por lo que agradezco mentalmente a la boutique del hotel. —Soy el mejor amigo de Brett, si quieres puedes hablar conmigo. Kilson se ve agradable, trae un esmoquin n***o bastante elegante, también es muy alto aunque es menos corpulento que Brett, tiene el cabello n***o y unos ojos claros muy bellos, aunque me inspira confianza prefiero tratar el tema directamente con Brett. —Bueno es que realmente me gustaría hablar con él personalmente, es un tema importante.  —Está bien, le diré que estás aquí. —Te lo agradezco.—Se va y me siento un poco perdida, tomo una copa de champán y me alejo de la fiesta, la casa está rodeada de árboles, se puede ver la ciudad desde aquí, además no hay casas cerca por lo que tiene bastante privacidad, después de unos minutos escucho a Brett hablando por el micrófono. —Amigos gracias por acompañarnos en esta celebración, disfruten de la fiesta que la noche apenas comienza, salud por el mejor equipo. Me acerco a donde escucho la voz, está sonriendo y trae un traje beige, se ve muy guapo, se baja del escenario y estoy por acercarme cuando varias chicas lo rodean, él les sonríe muy coqueto mientras toma de la cintura a una morena muy guapa; como no podré acercarme a él vuelvo a donde estaba antes, en eso escucho un ruido que proviene de los árboles, por un momento me pongo nerviosa pensando que alguien puede estar escondido, pero justo en ese momento sale el enorme gran danés de Brett, que llega directo en mi dirección, antes de que pueda reaccionar se pone en dos patas y pasa su enorme lengua por mi cara, yo sonrío por la sorpresa y como me toma desprevenida y es demasiado grande me voy directamente al suelo, no dejo de reírme y en lo único que puedo pensar es, en que me acaba de arruinar el maquillaje. —Shoot ven aquí. El perro obedece y cuando volteo, Brett me observa con curiosidad, se acerca a mi y me da la mano para ayudarme. —Lo siento, no tengo idea de cómo se salió de la casa ¿estás bien? —Si, estoy bien, no te preocupes, no me paso nada. —Si quieres te indico donde está el tocador para que puedas limpiarte la cara. —Si, te lo agradezco. Me sacudo un poco la gabardina y lo sigo, cuando entramos a la casa me quedo impresionada, los pisos blancos brillan de una manera increíble, espacios muy amplios y los muebles muy elegantes, en su mayoría también son blancos, todo combina a la perfección. —Parece que los baños de aquí abajo están ocupados ¿te parece si te llevo a una de las habitaciones de arriba? —Claro. Subimos la enorme escalera y abre una puerta. —Pasa, voy a dejar a Shoot en mi habitación y regreso. —Gracias—entro, me quito la gabardina y  voy directo al tocador, me limpio la cara y retoco mi maquillaje, me reviso el vestido y por suerte todo está en orden, cuando salgo Brett está sentado en la enorme cama esperándome, se queda viéndome de pies a cabeza sin disimular. —¿Todo bien? —Si, por suerte solo me quito la mitad del maquillaje y mañana estaré un poco adolorida por la caída pero nada más. Él sonríe  y me muestra sus perfectos y blancos dientes. —Es extraño, aunque es muy juguetón no a cualquiera le da besos. —Vaya me siento honrada, fui una de las afortunadas. —En realidad si— me observa por un momento.—¿Volvemos a la fiesta? mis invitados me esperan. —Espera, antes de irnos quiero decirte la razón por la cuál estoy aquí. —No te preocupes, ya lo sé. —¿De verdad? Y yo pensando que todo esto sería más difícil.—Se acerca y me toma por el cuello, antes de que pueda decir algo más me da un beso, sus labios son gruesos y muy suaves, reacciono y me separo de él rápidamente. —Yo no ... —Lo resolveremos después, no tendría porqué ser difícil, sólo tenemos que esperar a que mis invitados se vayan y podremos disfrutar de la noche. —¿Qué? —Vamos no seas tímida, sé muy bien lo que quieres de mi, esa insistencia tuya me convenció, además que yo nunca rechazo mujeres tan guapas, fue una muy buena jugada lo de Las Vegas— sale de la habitación antes que yo pueda reaccionar y decir algo al respecto. Pero ¿qué rayos está pensando este hombre?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD