Andrés
Prendo un cigarro mientras tomo aire en la puerta de casa. Emanuel todavía no llega y necesito una distracción en este mismo instante porque siento que voy a cometer una locura. Bueno, no es para tanto, pero tengo tanta ansiedad que ya me voy fumando casi un atado entero de cigarrillos.
Las palabras que me dijo hoy la morocha me pegaron fuerte, como una patada en el estómago, como una estrujada al corazón. He tenido rechazos antes, pero ninguna me causó tanto dolor como esta.
Chasqueo la lengua y suspiro. No me considero fan de sufrir por amor, de hecho, creo que eso es para imbéciles, pero me estoy comportando como uno. No estoy sufriendo por amor, no, más bien, creo que sufro porque la única mujer que realmente me importó en mi vida me acaba de dar el peor rechazo que tuve jam
