Camila
Me despierto y lo primero que hago es revisar mi teléfono. Tengo un mensaje de Andrés renunciando y suspiro. No aguantó ni la primera semana de trabajo, solo está haciéndose la víctima.
Siento un poco de pena, pero a la vez también me siento aliviada. La idea de meterlo en la cafetería fue de Celeste, y yo le avisé que esto iba a pasar, que él no se iba a aguantar los primeros días y que no le interesaba trabajar, sino coquetear e intentar conquistarme.
El beso que me dio sigue invadiendo mi mente como si fuese una especie de recuerdo grabado a fuego, y el hecho de que se me acelera el corazón cuando pienso en él me tiene bastante confundida. Ni yo sé lo que quiero, pero por ahora voy a dejarlo pasar, claramente que está buscando llamar la atención y estoy segura de que no va a r
