Hilary… No puedo creer lo que sentí con Donovan, me lancé a sus brazos como toda una mujer desesperada, como si llevara sin sexo una eternidad. Bueno, realmente llevo una eternidad sin sexo, pero no quería ser tan obvia, y no, ahí voy, lanzándome a sus brazos sin pensar en nada más, dejándome llevar por el momento; aunque sentir su pene erecto casi me produce un orgasmo al instante, y ni que decir de ese beso, fue increíble. Y por esa razón estoy aquí, sentada en el sofá con unas ganas inmensas de tener sexo y esperando ansiosa a Donovan, aunque ya pasan de las 10 de la noche, espero que su madre este bien, y que la razón de dejarme plantada fuera por el susto de mí demostración tan obvia de tener tiempo en abstinencia total. Me voy a la habitación y me pongo mi pijama de franela, la b