—La sociedad quedó a nombre tuyo, no de él.
Me atraganto con la cerveza y ella sonríe.
—Lo siento, pensé que lo sabías.
—No, Jeremy no me lo dijo.
—Ya le arruiné la sorpresa.
—¿Por qué haría eso?
—Es obvio Ava, se ve que ese hombre te adora, me insistió mucho para ser mi socio, desde un principio me dejó claro, que todo quedaría a nombre tuyo.
—La verdad es que soy muy afortunada.
—Hubieras visto la cara de Franco cuando le dije que ya tenía un socio, además quiero que sepas que nunca tomé en cuenta su oferta de asociarse conmigo, un hombre que engaña a una mujer, para mí no es de confianza.
—Gracias Nayeli, por un momento pensé que sería mi jefe.
—Le di esperanzas, pero solo para que se entusiasmara.
—¿Y cómo supiste que él y Loreto son socios?
—Una amiga trabaja ahí y me dijo
