Mi madre ya está cortando algunas cosas. —Buenos días mamá. —Hola hija, estaba muy rico el desayuno que preparaste, gracias. —¿Mi papá desayunó? —Si, él le va a ayudar a Luca con los niños. —También Jeremy. —Me alegro, aunque si prenden la televisión no sé quién atenderá a los niños —comenta mi madre sonriendo. En eso entra Valeria con una enorme sonrisa. —¿Y esa cara? —le pregunto. —Gracias por el desayuno, sé que tú lo hiciste. —Claro, a Luca se le quema el agua. Ella suelta una carcajada. —Valeria en algunas ocasiones traté de ponerlo a cocinar y créeme que era imposible. —Lo sé Aurora, pero de igual manera lo amo. —Es muy afortunado de tenerte. —Gracias, yo también soy afortunada. —Buenos días —saluda Alma muy contenta entrando a la cocina—. Estoy lista para empezar a