El ambiente se relajó un poco. – La distancia tiene dos dimensiones; física y emocional – dijo la doctora Andrea – tú y tus hermanos se encuentran muy lejos emocionalmente hablando. Y trabajar en esa relación es una parte importante del proceso de sanación. Noté que no has querido mencionar a Leo, ni hablar sobre la actividad que te propuse. Regina agrandó los ojos y sus orejas se pusieron levemente rojas. Primero estaban hablando de sus hermanos y de pronto, la doctora soltó una bomba. Esa tenía que ser una técnica de interrogación. No era un movimiento justo. – Nosotros estamos bien. La doctora alzó las cejas al escuchar el “nosotros”, pero se contuvo, apretando los labios como quien guarda una revelación. – Hicimos los ejercicios. Nos tomamos de las manos… nos abrazamos. No tuve t