Era la mañana de noche buena y en las calles abundaba el espíritu navideño.
Princesa no podía quedarse atrás, toda la entrada de la tienda estaba cubierta de adornos y el área de bolsas y cajas de regalo personalizadas con el logotipo de la tienda y moños prefabricados estaba abarrotada.
Una situación similar se vivía en Emperatriz, la tienda del otro lado de la acera que también estaba recibiendo clientes al por mayor y que contaba con un hombre vestido de Santa Claus afuera.
La temperatura subió ligeramente, estaban a quince grados durante el día, pero se pronosticaba que estarían a tres durante la noche.
Regina dobló el tobillo, lo enderezó y giró ligeramente, de acuerdo a las indicaciones del traumatólogo.
– ¿Ha estado en reposo y con el pie levantado?
Tras escuchar la pregunta,
