Prologo

603 Words
Respiro profundo. Las arenas de Egipto me tienen embelesada, soy solo una chica adolecente que está viviendo su sueño. Me encanta este lugar y le agradezco a él por haberme traído aquí. Nuestra casa, me ha dicho que ha comprado esta casa para que podamos vivir lejos del ajetreo siniestro en el he vivido, es raro pero no recuerdo mucho de eso y para ser sincera lo agradezco. -Amore mio. – le siento atrás de mí, sus brazos me rodean. – Bella Donna. – besa mi cuello, su peculiar olor a fruta tropical me encanta. Me giro entre sus brazos encontrándome con esa mirada verdosa que me tiene hipnotizada. Es el hombre perfecto. – Tu sei la più bella di tutte, amore mio. – su perfecto italiano me encanta, por suerte se hablarlo tanto como debería. -Ti amo. – susurro. No creí enamorarme de un hombre como él tan rápido, sin embargo todos los cuidados que me ha dado me han hecho conocerlo más y la forma en como me trata, no puedo sino enamorarme completamente de ella. -Mi Rhoesia, mi amor, no te traicionare siempre que elijas estar conmigo. – me dice en un perfecto alemán. – Te protegeré de todo aquel que intente alejarte de mí. – su penetrante mirada me debilita. -¿Hablas de las personas que me han hecho esto? – le muestro mis muñecas. El asiente. – ¿Quiénes eran esas personas? – le pregunto, su expresión no cambia hasta que finalmente me regala una media sonrisa. -Esas personas ya no importan, amore mio. – me besa los labios, mi corazón parece volcarse porque la presión en mi pecho aumenta. Me quejo. – ¿Qué sucede? – me pregunta, su preocupación... -No lo sé, cuando me has besado me ha dolido mucho el corazón. – le digo, su expresión cambia a una seria. – Imagino que es por todo el amor que tengo para ti. – él sonríe y niega. -No me arriesgare, además ya es momento en que recibas tu medicina. – sujeta mis manos acariciando las cicatrices. – También tenemos que cuidar estas cicatrices para que no quede ningún rasgo de ellas, no me perdonaría que tu cuerpo te recuerde el pasado doloroso que tuviste ya que ahora estoy yo para protegerte, no dejare que nadie te lastime y no dejare que nadie te aleje de mi lado. – se acerca nuevamente a mis labios, esta vez toma posesión de ellos forjando una unión fuerte y dominante. Mi corazón vuelve a querer estallar. -Mi corazón. – le digo separándome del beso. El asiente. -Te prometo que encontrare la medicina indicada para que ese dolor y todo lo que te lastime desaparezca. Ti amo. Rhoesia. – asiento, recibo un pequeño beso en la frente. Mi vida con él está convirtiéndose en un sueño. Este hombre me encanta. Trato de moverme pero algo me lo impide, escucho un ajetreo que solo logra lastimarme porque la cabeza parece querer explotarme. No puedo respirar. Me duele mucho el corazón, no entiendo lo que está sucediendo. ¿Dónde estoy? -¡Rhoesia! ¡Rhoesia! – escucho mi nombre a lo lejos. – Rhoesia, cariño, no te preocupes estamos llegando al hospital. – no sé quién me está hablando, no sé qué sucede. – Rhoesia, perdóname, perdóname lo que he hecho pero no me dejes, te protegeré siempre, no volveré a traicionarte, te cuidare para toda la vida. No me dejes por favor. – mi corazón pareciera encogerse al escucharlo, me duele demasiado. Logro comprenderlo por unos segundo, me has lastimado, me has traicionado. No quiero, no puedo, no te perdonare.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD