Julian
Ya habían pasado tres meses, Sheila había desaparecido como si la tierra se la hubiese tragado.
Había estado preocupado, pero por más que había intentado averiguar, Dean me había dicho que ella simplemente había salido maleta en mano y se había ido con un semblante completamente alterado.
No fue sino hasta que Itiel me llamó para regañarme y reclamarme que no volviera a lastimar a Sheila o a acercarme a ella de ninguna manera, que supe que ella seguramente había vuelto a casa, reuniéndose con nuestro hermano mayor.
A pesar de ir a ese lugar que tanto me hacía recordar momentos con Sheila, no había indicios que ella había pisado esa casa ni por equivocación.
Traté de explicarle a Itiel, decirle que no le había hecho nada esta vez, pero no quiso escucharme.
—Escucha, Julian —re
