Quise gritar. ¿Por qué mi lado cursi e infantil quería una cita con él después de todo?
El Julian que yo esperaba debía ser romántico y querría tener antes que nada una relación sana y con eso me refiero, por supuesto a tener una maldita cita.
¿En qué demonios estaba pensando este tonto azabache? No es como si yo fuera una fresca que se deja tocar así sin más, hmp.
A quién quiero engañar… sólo pensar en hacerlo con él, me hacía sentir tonta y vulnerable. ¿Y si el me dejaba luego de eso?
Recordé ciertos acontecimientos pasados, y me di cuenta de algo, a decir verdad, era normal que Julian hubiera sacado alguna que otra conclusión extraña. Más que nada porque en un par de ocasiones le pedí que lo hiciera, pero ahora, llegado el momento, sentía un nerviosismo que no era normal.
El soni
