Jade se encontraba sentada en la cama de Sean mientras lo observaba cambiándose con su muy conocido saco n***o y sus zapatos negros. La bailarina comenzó a imaginarse como sería el tocar el saco y la piel de Sean, pero sus pensamientos fueron interrumpidos en el momento que el empresario se acercó a ella con un vestido un par de zapatos nuevos. La susodicha frunció el ceño mientras los agarraba con sus manos. — ¿Qué es esto? — Preguntó mientras no dejaba de ver la marca del vestido — Esta cosa te debió de costar carísimo — Sean se encogió de hombros mientras se regresaba a arreglar su corbata. — Necesito que te cambies para poder irnos a la empresa antes de las diez de la mañana — Observó su reloj de muñeca y miró de reojo a su acompañante — Tienes veinte minutos para estar lista Jade.