01
Axel
Me encontraba sentado en la cama, con la cabeza en todos lados menos en donde debía estar, tenía que partir esta noche a Singapur con Alan para darle culminación a la compra de unos terrenos, desde que había ascendido al poder nos habíamos concentrado en la compra de terrenos y bosques, nos ayudaban a tener más libertad y al mismo tiempo era la única manera de retribuir a la madre tierra, cuidando sus pulmones y alejándolos de los depredadores humanos, no los odiabas algunos eran buenos y racionales, aunque la mayoría era como una especie de plaga, se conducía ellos mismo hasta tu autodestrucción.
- te está esperando abajo.-dijo Alex entrando a la habitación.
- Recuérdame, ¿por qué debo ir? –digo en tono cansado, odiaba tener que salir de mi entorno.
- Porque eres un Alpha, y debes cumplir con tus responsabilidades.
- ¿Por qué no vas tú?
- Porque esta vez, me quedaré a cuidar. –dijo con una media sonrisa.
- No puedes andar por ahí mezclándote con toda chica que aparece, tu mate…
- No hermanito, no puedo seguir tus pasos y esperar a que aparezca mi mate, como es que aguantas.-encaminándome abajo.
- Solo le respeto.
- Sí, sí que tengan buen viaje.
- No hagas tonterías. - advirtió Alan, era como el papa del grupo.
- ¿Por qué has tardado tanto?
- Sabes que estas cosas…-intente decirle, pero Alex me interrumpió.
- Debes entender que la manada es responsabilidad de los 3, y que no puedes ocultarte todo el tiempo tras la sombra de ambos, nuestros padres fueron muy claro. –dijo en tono serio Alex.
Mía
- ¿Qué? –dije con asombro intentando procesar la información. -he tomado un vuelo hasta Singapur de último minuto, y ahora me dices que se canceló. –dijo molesta, me perdería la boda de mi amiga, por este viaje de negocios y ahora resulta que tendría que esperar por dos días, para firmar el susodicho contrato.
- Si, señorita Duran, lamentamos los inconvenientes nuestra delegación llegara lo más rápido posible.
- Bien, gracias por todo.-para cerrar, y tirarme sobre la cama mientras soltaba un suspiro fuerte, no había forma de que asistiera a esa boda, estaba entre la espalda y la pared, aunque lisa lo había tomado con calma, sabia que el fondo debe estar destrozada, desde pequeñas había planeado este momento.
-servicio a la habitación. –llaman a la puerta. -dando ligeros toques.
- Si un segundo.-dije para literalmente arrastrarme a la puerta, estaba agotada y esa llamada no había hecho más, que arruinar aún más mi día.
…………………………
- Iré abajo por un trago, ¿me acompañas?-cuestiona Alan, después de horas de vuelo había llegado y lo único que quería era descansar.
- No, prefiero darme un baño y descansar ten cuidado. –me observo durante unos segundos, para luego marcharse.
- ¿estás seguro? Liana y Carla están aquí, podemos ir a comer algo.
- Podemos ir a desayunar algo mañana, hoy no quiero nada. –dije para empezarme a desvestir.
- Bien. –para salir
Alan
Camine por los enormes salones con varios de mis hombres custodiándome, hasta llegar a mi destino donde dos bellísimas damas me esperaban.
- El mismísimo Alan Maison, el mayor de la tríada de los lobos siberianos el Alpha líder, no me digas que dejaste a tus dos hermanitos, ya me había hecho planes. –dijo liana mientras sonreía, tendiendo su mano.
- Tenía sus propios planes. –informe mientras respondía el saludo.
- Es una lástima pudimos pasarla de maravilla. –soltó con decepción.
- Aún estamos a tiempo.
- Siempre he tenido una curiosidad, ¿he cierto esos rumores de sus habilidades sobre naturales? –dijo mientras caminábamos.
- La única habilidad que tengo hasta el momento es con las mujeres, y aparecer la estoy perdiendo aún seguimos aquí. –dije intentando obviar ese comentario, los rumores se espacian y eso nos ponía en riesgo, nuestros lobos tenían habilidades especiales terror nocturno, furia nocturna y la combinación de ambos y un poco más tenía una fuerte conexión con la luna, y sus cambios.
- Eres muy astuto. – enganchándose de mi brazo, aún no sabíamos con exactitud lo que sí y no podíamos hacer, pero algo estaba claro debíamos discretos.
Alex
- Ven a mí.-susurro mientras se acomodaba en la cama, Axel tenía un poquito de razón en planes una escapadita con unas amigas, nada fuera de lo normal mientras él pretendía conservarse para ella, yo trataba de disfrutar al máximo no estar atado a alguien.
Éramos tan distinto que a veces parecía una falsa el hecho de que fuimos concebidos y criados por los mismos padres Alan era todo un gruño, estricto, calculador e irracional en ocasiones, frío y posesivo las cualidades perfectas para un Alpha líder, en cambio Axel era todo lo contrario pasivo, callado, sentimental, tímido, sensible en exceso había sacado el corazón de mi madre compasivo y racional, siempre y cuando no lo hicieran enojar hay era otro embrollo era el mismísimo infierno, poseía la pasividad de la luna y la fiereza de la madre naturaleza, y yo bueno me encantaban las mujeres, las fiestas, me describían como pervertido, atrevido y relajado, en fin éramos 3 personajes totalmente distintos.