Camilo Un mensaje de texto me sacó de mis pensamientos mientras salía del vestidor al campo para entrenar. Al ver que era de Mateo, abrí de prisa… Mateo – Mi hermana quedó muy feliz, te pasaste. No sonreía hacía días. Camilo – ¿Qué dices? Mateo – Que le encantaron las flores y el osito, no te hagas. ¿Flores? ¿¿Osito?? ¡Robert!… golpeando cuanta pared y puerta se cruzó en mi camino, fui al campo de juego hecho un mar de ira. Cuando lo tuviera en frente le iba a partir la cara sin importarme las consecuencias… ¿cómo se había atrevido a hacer eso? Me concentré varios minutos en descargar mi ira con un balón. Le pegaba con una fuerza tremenda y justo cuando Javier me preguntaba que me sucedía, escuché su sonriente voz… Pedro – ¡¡Uy, que sonrisa!! ¿Qué te pasa? Robert