Mi futura esposa.
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—¿Te has vuelto loca?.
Melisa miraba a Murat, ahora se arrepentía de haber dicho eso, ¿Por qué lo dijo?, Murat la había seguido hasta el baño cuando ella se levantó, y trataba de entender en que pensaba ella.
—Lo siento si, no se que…— Melisa se sobó la frente, —No se por que lo dije, es que…
Murat resopló y se sobó el tabique nasal.
—Les diré que no es verdad.
—Por supuesto que no, sabes que, déjalo así— dijo Murat.
Melisa negó, ni siquiera ella sabía por que había dicho tal disparate, fue la sorpresa tal vez, los nervios, el temor de que Murat dijera: yo me opongo, pues ese seria el fin de su trato con el Turco.
Murat miró sobre su hombro y la sujetó de la cintura, la miró directo a los ojos y ella empezó a removerse.
—¿Qué hace?.
—Shhhh.
—No, su
