Capítulo 4.-

1567 Words
¿Quieres ser mi novia? ◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾ Mientras tanto Melisa se daba de golpes mentales, tal vez fue un poquito irracional, pero aquel hombre se merecía aquel golpe, incluso estaba segura de que fue muy piadosa con él, debió de amputarle una de sus pel... —¡Mel!. Salió de sus pensamientos y miró a su amiga. —¿Adivina qué?—Preguntó Fifi un poco emocionada. —¿Qué ocurre?. —Pues tengo una amiga que trabaja en uno de los hoteles del centro, y me dijo que se abrió una vacante para la gerencia, le dije que yo conocía a alguien, así qué, tienes una entrevista para el jueves. —¿Qué?, ¿De verdad?. Fifi asintió y Melisa la abrazó, —Gracias, gracias. —Aun no me agradezcas, pero si consigues el puesto, me deberás una comida. —Si, por supuesto —dijo Melisa, ella en verdad esperaba lograr conseguir ese cargo, lo necesitaba, necesitaba un buen trabajo. El jueves en la mañana Melisa se levantó muy temprano, y se arregló para su entrevista, se miró al espejo y suspiró, salió de la casa de su amiga y fue a la parada de autobus. Mientras tanto Murat conducía hacia el hotel en el que hoy tenía una reunión, al llegar al hotel miró a la chica que iba entrando y sonrió, no creyó que la volvería a ver, pero ahí estaba ella de nuevo, se bajó del auto y se quitó las gafas de sol que estaba usando, caminó hacia el interior y llegó hasta recepción. —Buenos días—dijo Murat. La recepcionista quedó enamorada a primera vista y sonrió con torpeza, —Buenos días. —Tengo una cita con el señor Hoffman—dijo Murat. —Si, lo está esperando en el restaurante del hotel, es…, todo derecho, en el primer piso—dijo la mujer mientras admiraba a Murat a detalle. —Gracias— dijo Murat, y caminó a paso firme, llegó a la puerta del elevador y resopló —Genial—Murmuró para sí mismo, Melisa estaba ahí esperando el elevador, ella miró a Murat y se sorprendió de verlo en aquel lugar. —¿Acaso esta acosándome? —preguntó ella un poco molesta de verlo de nuevo, ¿Acaso él mundo era tan pequeño?. —¿Por qué haría eso?, estoy aquí por trabajo —respondió Murat, —Y en todo caso, yo debería de tener miedo de ti. Melisa solo hizo un puchero y regresó la vista al frente, volvió a presionar el botón del elevador y se sintió desesperada, ¿Por qué tardaba tanto en llegar?. —Usted se lo buscó —aclaró ella. Murat sonrió incrédulo y miró a la chica, —¿Yo me lo busqué?. —Si, admítalo, todo fue su culpa. Murat iba a responder pero, sentía que no valía la pena pelear con esa chica, —Tomaré las escaleras—dijo al fin y se dirigió hacia ellas, cuando escuchó una risa que provenía de aquel lugar, miró a su ex novia, Ezgi, y no venía sola, venía con un hombre, entró en pánico y pensó demasiado rápido, no quería pasar un mal rato, no quería sentirse humillado, así que miró a Melisa. No tenía muchas opciones justo en ese momento, así que caminó hasta ella y sin pedir permiso la abrazó por la cintura, Melisa abrió los ojos muy grandes. —¿Qué cree que hace? —preguntó ella atónita ante la situación, —¿Acaso quiere que lo golpee de nuevo?. —Shhh, no hables—ordenó Murat. —¿Qué no hable?, ¿Qué crees que…?. —¿Murat?. Los dos miraron en la misma dirección y Melisa sintió que su corazón se caía al suelo, al ver a su ex novio con esa mujer, ¿Así que por ella la había dejado?, quería reclamarle, quería golpearlo, pero no se atrevió a hacerlo, aquella bonita mujer la miró con cara de sorpresa y de disgusto, y luego entendió todo. —Hola Ezgi—dijo Murat. —¿Melisa? — preguntó el hombre que iba agarrado de la mano de Ezgi. —Duncan—dijo Melisa incómoda por toda aquella situación. —¿Qué está pasando aquí? —preguntó Ezgi un poco confundida. —Oh cariño, ella es…, es mi ex novia— respondió Duncan mientras examinaba a Murat, no podía evitar sentir un poco de celos de ver a Melisa con un hombre como Murat, al parecer había conseguido novio muy rápido y no cualquier novio, Melisa era muy bella, aún así era un poco sorprendente. Murat frunció el ceño y miró a Melisa, aquello había resultado una tremenda coincidencia, sin duda él mundo era muy pequeño. —¿Quién es él? —preguntó Duncan, aunque nadie supo si le preguntaba a Melisa ó le preguntaba a Ezgi. —Él es mi ex novio, Murat —respondió Ezgi. Todo estaba resultando muy incómodo, —¿Y ustedes son…? —preguntó Ezgi dejando la pregunta en el aire, su mirada estaba fija en el agarre que Murat tenía con aquella chica y eso la ponía mal, ella conocía a Melisa y hasta donde sabía ella era solo la asistente, ¿Acaso ellos habían tenido una relación y ella nunca lo vio?, no podía evitar sentirse un poco humillada y celosa. —Ella es mi novia — respondió Murat sin titubear, Melisa lo miró confundida e iba a negar aquello pero Duncan habló. —¿Eso es cierto Mel?. Melisa miró a su ex novio y asintió, —Si, así es, somos novios—respondió ella muy segura de lo que decía y levantó la barbilla, no quería quedar mal delante de ellos así que le siguió el juego a Murat. —Vaya— dijo Ezgi y se agarró del brazo de Duncan, —Me alegro por ti Murat, no sabía que tú asistente te gustaba. —Gracias, solo fue algo que pasó, ninguno de los dos lo planeo, en fin que tengan buena tarde— dijo Murat apurando las cosas. —Esta noche tendremos una fiesta en nuestra casa, una fiesta por el cumpleaños de Duncan, deberían de venir — dijo Ezgi rápidamente. —Si claro, ahí estaremos — dijo Murat sin pensarlo. —Si, espero verlos ahí— dijo Duncan mientras miraba a Melisa, Melisa sentía que el corazón le latía muy rápido, Duncan siempre fue el amor de su vida, y verlo con otra mujer la ponía muy celosa, haberlo perdido también fue culpa de Murat, pues debido a las largas jornadas de trabajo dejó de prestarle atención a su novio, se sentía culpable y desdichada. —Claro ahí estaremos —dijo Melisa. Ezgi y Duncan se fueron, y solo entonces Murat respiró aliviado. —¿Qué acabas de hacer? —preguntó Melisa un poco molesta, Murat la había puesto en una situación muy incómoda, aunque…, ella también le estaba agradecida. —¿Acabo de hacer?, Acabamos, diría yo. —Ni siquiera se por qué hablo con usted, me voy—Dijo Melisa al ver que las puertas del elevador se abrían para ella, Murat cerró los ojos y la sujetó del brazo. —¿A dónde crees que vas?, tenemos que ponernos de acuerdo. —¿De acuerdo para que? —preguntó ella. —Dijiste que iríamos esta noche a ese evento, así que tienes que ir como mi pareja. —No señor, creo que esta muy equivocado, yo no tengo nada que ver con el embrollo en el que te metiste, así que, adiós —dijo ella y se zafó del agarre de aquel hombre, se subió al elevador y miró como el ascensor se cerraba, separándolos el uno del otro. Murat solo resopló, y tomó las escaleras, llegó al mismo tiempo que Melisa y caminó detrás de ella. —Deja de seguirme, ya te he dicho que no te ayudaré, ¿Por qué habría de ayudarte?, me despediste, arruinaste mi vida—iba diciendo Melisa mientras lo veía por el rabillo del ojo. —Deja de culpar a los demás, debiste de tener un plan b, no es mi culpa, y en cuanto a lo de tu despido, lo podemos arreglar. —Si tengo un plan b, y es alejarme de usted, así que deje de seguirme —dijo Melisa y caminó hasta el restaurante donde había algunas personas. —Ya te dije que no te estoy siguiendo, estoy aquí por trabajo, admítelo, te saqué de un gran problema ahí abajo, tu ex novio sale con mi ex novia, debiste de cuidarlo mejor— dijo Murat con arrogancia. La chica se giró y miró al hombre directo a los ojos, —¿Yo?, usted dejó a su novia, por eso ella encontró a mi novio, fue su culpa, pero ya no importa, usted quedará como un mentiroso, y se burlaran por siempre de su mentira, a mi no me interesa tanto. —¿Y si pago tú universidad? — propuso Murat de inmediato. Melisa entonces si se interesó, miró a Murat y entrecerró los ojos. —Mira, no hago esto a menudo, pero, si tú me ayudas, yo te ayudo, ganar y ganar— dijo Murat mientras enarcaba una ceja de un modo muy atractivo. —¿Y que propone? —preguntó Melisa mientras lo admiraba. —¿Quieres ser mi novia? —preguntó Murat con seriedad.
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