Como habían previsto, el juez tomó la decisión de anular el divorcio y que Minerva recibiera una sanción, la cual era tener que vivir tres meses con Stefano, junto con su hijo.
Debían darle un hogar, resolver sus diferencias y si en ese tiempo las cosas seguían sin funcionar, entonces sí podrían entonces llegar a un acuerdo de divorcio.
Minerva no tuvo más remedio que aceptar, era eso o servicio comunitario o pagar una multa. Recordaba lo que le dijo Bianca y aunque estaba reacia, decidió que se arriesgaría.
—Estoy casada de nuevo, ¿no deberíamos celebrar?
Lo había dicho de manera irónica, pero Bianca se lo tomó muy a pecho y cuando menos lo esperaba, había contratado niñera para Simon (el mismo Marco) y había arrastrado a su cuñada a una disco, para que se desestresara.
Esta había t
