Paula. —Sí, lo haré, pero primero vamos a jugar un rato. No voy a desaprovechar la oportunidad, talvez sea la última que tenga. Golpeó la puerta y pido ayuda. Esto me pasa por pensar que por un momento este bastardo podría tomarse algo enserió. ════════ ✥.❖.✥ ════════ —Abel, déjame salir, ¿qué pretendes? —Solo quiero que sientas placer, estás tan estresada. Él me toma por la espalda y acaricia mi vientre con ambas manos. —Paula, sabes que tus padres no eran unos santos como tú pensabas. Todos tenemos secretos y también pecados. Por ejemplo, yo, quiero sentirte y dejar de masturbarme en tu nombre, es agotador cuando sé que puedo tenerte. Intento actuar tranquila, aunque cada bello de mi piel y cada nervio esté excitado. Él sopla mi oído y siento que no podré más, su voz es tan g