Harvey se apresuró y se agachó junto a Harrison.
—Papá, puedes estar tranquilo, siempre trataré bien a Danica.
—Mm, mientras la trates bien, eso es todo lo que pido.
Al ver que los párpados de Harrison caían por efecto de la anestesia, Danica lo llamó rápidamente.
—Papá, la anestesia aún no ha desaparecido por completo, no puedes dormir.
Durante toda la noche, Danica y Harvey se turnaron para vigilar a Harrison, cuando se acercaba el amanecer, los efectos de la anestesia comenzaron a disiparse, permitiéndole finalmente descansar.
Poco después del alba, Wren llegó con sopa recién hecha.
—Danica, Harvey, han estado despiertos toda la noche, deberían irse a casa ahora, yo me haré cargo aquí.
Después de una noche en vela, Danica apenas podía mantener los ojos abiertos, de modo que ella
