Brii – ¿Y tú qué? Amelie – ¿Qué pasa, hermanito? ¿Qué es esa cara? Antoine – Pues… ¿tienes ganas de recibir una sorpresa? Brii – Depende… Antoine – ¿Y eso? Amelie – Bueno… yo mejor salgo… (Dijo mientras se iba imaginándose no se qué perversión de parte de su hermano… ¿¿cómo pudo ocurrírsele tal cosa?? Jajajaja). Brii – (sonrojada) ¡¡dime Yaaaa!! Antoine – Pues, te traje alguien que quiere conocerte… Te miré sorprendida y cuando te moviste vi a un Martín emocionadísimo como nunca antes lo había visto, con el pequeño Benjamin en brazos. Pequeño, era una manera de decir pues ya tenía casi un año y estaba enorme. Martín me abrazó y me acercó al niño. Yo no podía moverme mucho pero pude acariciarlo y se rió conmigo. Nunca pude entender porque tu rostro pareció ponerse algo triste…