Capítulo 5

1647 Words
Brigitte manejó hasta su casa:   "¡Dios mío! No me creo todo lo que ha pasado. ¿Este hombre quiere volverme loca? ¿Qué te pasa Brigitte?... ¿Qué es esto que sientes? No puedo. No puedes. Déjalo así... ¡por dios! Lo tuve parado frente a mí, me salvó la vida. ¡No, no puedo! ¿Pero como hago? ¡Por dios! Sentí cosas muy bonitas (dijo sonriendo como una tonta)... le pediré su número a Adrién... (Tomando el móvil para enviar un mensaje). ¡¡NO!! No puedes hacerlo. ¡Si lo ves de nuevo, no podrás resistirte Brigitte! Deja las cosas como están". Y en medio de su pensamiento, recordó algo que su padre siempre le decía, desde niña: "las cosas pasan por algo. La gente aparece en tu vida por una razón, y si es buena para ti, te la vuelves a cruzar".   Antoine, decidió volver al bar, con la chaqueta en la mano... Antoine - Sírveme algo fuerte, por favor... (Apoyando sus manos en su rostro sin poder creer todo lo que había sucedido y desconcertado por las reacciones de la chica frente a él). Barman - ¿Seguirás bebiendo? (Antoine lo miró)... digo, ya has tomado bastante antes... Antoine - Mi mente necesita distraerse... Barman - ¿Qué ha pasado? (mientras le servía otro whisky, con la precaución de colocar mucho hielo para que consumiera menos alcohol).   Antoine le contó lo que había sucedido y cuando estaba a punto de preguntarle qué era lo gracioso que estaba contando como para que el joven se riera, vio que la servilleta sobre la que estaba apoyado el vaso, tenía un número anotado...   Antoine - ¡No puede ser!... (Sonriendo)... ¡lo conseguiste! Barman - Fue más sencillo de lo que pensé... (Sonrojado). Antoine - ¡¡Por dios!! (Se echó sobre la barra y lo abrazó)... te vas el fin de semana al Parque de los Príncipes a ver al PSG en un palco VIP. Barman - No lo hago por eso, Antoine... Antoine - No importa, te lo mereces, no sabes lo que es esto para mí.... Barman - No le digas que fui yo... (Sonrojado)... Antoine - No, tranquilo, en el futuro puedo necesitar tu ayuda... ¡¡es mejor que piense que no te conozco!! Jajaja Ahora si me voy (dejando la mitad del vaso lleno. Ya su mente estaba tranquila). Paso mañana a traerte lo que te prometí (le guiño el ojo mientras se alejaba como un niño con juguete nuevo). Barman - ¡Por cierto! (Casi gritando hasta que Antoine volteó)... ¡Es fan del París Saint Germain, desde niña! (Guiñó su ojo). Antoine - ¿De verdad? (Abriendo sus ojos como dos balones mientras el chico asentía con la cabeza)... ¡Es perfecta, hombre! Hasta mañana.   El abogado se fue a dormir. Aunque la realidad es que no pudo hacerlo. No dejaba de mirar la servilleta, ni de pensar en todo lo sucedido. ¿Sería que aquellos ojos tan especiales habían logrado entrar en su corazón? Brigitte llegó a su casa y vio que la luz del jardín estaba encendida. Se fue a su cuarto y se acostó, para que su padre no empezara con las preguntas.   Calvin  - (Entró al cuarto)... Hija, no me has dado un beso...   Se acercó a la cama, pero la joven ya dormía. Le dio un beso en la mejilla y salió. En ese momento, Brigitte abrió los ojos y volteó. Aún estaba asustada por lo sucedido con Manuel, pero la cercanía de Antoine, la hizo dormirse con una gran sonrisa en el rostro. La chica se despertó casi al medio día y bajó a desayunar. Estaba peleando con un café que calentó demasiado en el microondas, cuando su celular sonó. Se acercó a él, y era un mensaje de un número que no tenía agendado.   ... - Espero que tu corazón olvide pronto sus penas y tus hermosos ojos vuelvan a brillar como cuando me miraste por primera vez. Besitos.   "No puede ser él... (Dijo llorando, pero esta vez de alegría y con una gran sonrisa)... ¿De dónde sacó mi teléfono?... Será que Adrién... no, pero si no le dije que yo... Dios, ¿será que lo sabe? (llevando la mano a su boca)... ¿Qué hago? ¿Qué le contesto?" Entre los saltos por toda la casa, las sonrisas de niña enamorada y leer una y otra vez el mensaje, tardó unos veinte minutos en contestar…   Brii - Gracias de nuevo por salvarme ;). ¿Cómo conseguiste mi número? Antoine - ¡Siempre consigo lo que me propongo, princesa! Y no me agradezcas más, es lo mínimo que podía hacer, sobre todo después de que me porté como un patán contigo. Brii - No digas tonterías. Como un patán se portó Manuel, tu solo como un engreído. Antoine - Jajaja perdón por eso y por pensar por un momento que eras como las demás :( . Brii - ¿Y no lo soy? Antoine – No. Tú eres diferente. Por eso me gustaría que aceptaras cenar conmigo... Brii - ("¿Qué hago? ¡Dios mío! ¡No podré resistir si estoy de nuevo frente a él! ¿Y papá? No, papá no lo permitiría”). Mejor no. Dejemos las cosas así. Antoine - Ok, disculpa, no te quiero molestar (ante la demora). Brii - No lo haces, es solo que no tengo tiempo. Antoine - Bueno, ¡me voy a comer que está tarde tenemos que ver un partido de fútbol en la oficina! Brii - ¿de Champions? Antoine - jaja si... ¿eres del París, no? Brii - ¡Hasta la médula! Desde que nací. Vale, ¡ve que dicen que será un partidazo! (Pensando, madre mía, si supiera mi padre). Antoine - Ni tanto, el mejor será el que se jugará aquí la próxima semana. Bueno, ya que eres tan perfecta como para ser del París, espero verte por el Parque de los Príncipes en algún partido. Un beso. Brii - ¡Ya veremos! ("Está loco. ¡Papá me mataría! -(sonrió)-. Pero... consiguió mi número, ¿será que le gusto de verdad? ¿Podrá ser posible?)...   Como una niña se recostó sobre el sillón y repasó una y otra vez cada mensaje, mientras a su mente venía el recuerdo del momento en que le conoció y se enamoró de esa sonrisa tan hermosa, y el otro donde sus bocas estuvieron tan cerca. Nuevamente su cuerpo experimentó sensaciones inigualables, solo que esta vez se dejó llevar, y sonrió como una loca pensando en lo mucho que el chico le gustaba. Total, estaba sola en la casa, nadie le iba a decir nada por pensar en él.   Más tarde, al teléfono...   Brigitte - ¡Te juro que es así como te cuento! Adrién - Es un desgraciado, Brii. ¡Te advertí sobre él! (enfadado). Brigitte - Ya lo sé, pensé en ti y en tus palabras en cada momento, bueno, hasta que Antoine apareció... Adrién - No puedo creer que justo él estuviera ahí para salvarte... le tendré que agradecer... Brigitte - ¿Entonces no has sido tú? Adrién - Si no he sido yo, ¿qué cosa? Brigitte - Nada, pues... (Sonrojada) hoy me escribió y pensé que de alguna manera se había enterado que le mentí con mi apellido y tú.. Adrién - ¿Estás loca? Yo no le daría tu número si tú no me lo pides, ¿pero qué pasó? Brigitte - Nada, me invitó a cenar y le dije que no... Adrién - Brii... (Refunfuñando) Brigitte - ¡Brii, nada…! No puedo... Adrién - Lo sé, tu y tu trabajo (triste)... Brigitte - No, esta vez no es eso... (Sonrojada y agradeciendo que por teléfono no podían verla). Adrién - ¿Entonces? Brigitte -Es que... fue muy dulce y... Adrién - ¡Lo sabía! (rió a carcajadas)... jo- der. Sal con él, ¡por dios!... Yo le diré que te conozco hace años por tu relación laboral con Nicole  y así me aseguro de que se porte bien contigo... Brigitte - ¿Estás loco? Adrién - Si, loco porque mi hermanita del alma abra su corazón, Brigitte, ¡por dios! Brigitte - ¡Basta, Adrién! No saldré con él. Adrién - Pero te gusta, te ha salvado de Manuel. Me acabas de decir que fue dulce, mujer, entra en razón y dale una chance... Brigitte - ¿Y si es como Manuel? Y si... Adrién - ¡Y si es como Manuel se las verá conmigo! Brigitte - (rio a carcajadas)... ¿y si no te enteras? Adrién - ¡¡Brigitte!! Brigitte - Es broma... (Risas)... es solo que... Adrién - Es solo que... Brigitte - Que tengo miedo de decepcionarme. Y de otro chico quizás me da igual, pero de Antoine... (Los ojos se le llenaron de lágrimas). Adrién - ¿Prefieres quedarte con la duda de cómo sería? Brigitte - Adrién, es que... el concurso, ¡dios! ¡Yo no debería estar pensando en estas cosas! Adrién - Brii... olvídate un día de todo. Piensa un día en ti. Date una oportunidad de abrir tu corazón. Deja que las cosas pasen como tengan que pasar... Brigitte - (luego de un minuto de silencio)... lo pensaré... Adrién - Vale. Yo estaré con Camile. Avísame, ¡¡que me dejas con la intriga!! JAJA Brigitte - Vale. ¡Y gracias! Por soportar mis niñerías e indecisiones siempre. Adrién - ¿Cómo no hacerlo si eres la hermanita que nunca tuve? Brigitte - ¡Eres el mejor! Dale mis cariños a Camile.   Tras colgar el teléfono, subió a su habitación y se dispuso a meditar sobre si llamar o no a Antoine para aceptar la invitación, mientras Adrién, sintió la necesidad de oficiar de Cupido, aunque no se lo hubieran pedido...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD