—Señora Olivia… —Es bastante temprano cuando Roberto divisa a Olivia caminando hacia la salida, con una pequeña bolsa tipo mochila en su espalda. Él se levantó temprano para hacer algunas diligencias antes de llevar a Adrián a la hotelera, pero cuando salió al jardín y la vio, algo le dijo que debía seguirla. Olivia sigue caminando sin prestarle atención. El hombre corre hasta ella y la alcanza antes de que llegue a la entrada principal. —Señora Olivia ¿Dónde va a esta hora? ¿Se siente bien? —Roberto nota al instante sus ojos rojos e hinchados, además de que se truena los dedos, nerviosa. —Tengo la camioneta lista para acercarla donde vaya. No es bueno que salga a la calle sola a esta hora. —No se preocupe, señor Roberto, estoy bien. Solo iré a dar una vuelta por ahí para despejarme —