Capítulo 4. Venganza.

1115 Words
—¡Quiero que la echen!— Gritó Geraldine. Abby entendió que no había nada que hacer ahí, al menos ahora sabía, que ellas habían conspirado en su contra juntas. —No hace falta, me voy ya —¿Crees que todo es tan fácil?. Se detuvo en seco al escucharlo a él y esa voz que daba escalofríos, ¿Ese hombre que tenía que ver en todo esto?, tal vez Lucy y esa mujer lo engañaron, pero Colton, había acabado con su madre y todo por un engaño, él también tenía que pagar, él también era culpable de todas sus desgracias. —¿Disculpe?. —Vienes aquí y te burlas de mi prometida, ¿Tan poco aprecio le tienes a tu vida?. Abby no flaqueo, aún cuando la voz de aquel hombre se oía realmente intimidante, levantó la barblla y sonrió. —¿Burlarme?, no fui yo la que pidió venir aquí, me han pagado por hacerlo, es evidente que todo fue un error. Colton fue quien pagó para que la gran diseñadora By viniera, y ahora se sentía estafado, eso no era algo propio de él, esa mujer tenía que pagar todo lo que hizo, y él iba a encargarse de eso, así que relajó sus hombros y dejó ver una mediana sonrisa en su encantador rostro. —Es verdad, yo pagué mucho dinero por ti y tus servicios, de haber sabido que eras tu, hubiera usado otros métodos, pero eso ya no importa. Abby se sintió un poco ofendida, “Tu y tus servicios”, que hombre tan descarado. —Bueno le regresaré su dinero, no me hace falta igual— dijo Abby y dio media vuelta, lista para marcharse. —Si te vas, voy a destruir toda tu carrera como diseñadora de moda, nunca más se va a pronunciar tu nombre. Eso hizo que Abby se detuviera, Lucy estaba feliz de ver como su prima era intimidada y por otro lado Geraldine solo quería que esa mujer se fuera de una buena vez. —¿Qué es lo que quiere señor?, ¿Mantenerme aquí a la fuerza hasta que decida deshacerse de mi?. Había adivinado. —Como dije antes, ya pagué mucho dinero por ti, ahora vas a trabajar aquí. Lucy y Geraldine se pusieron pálidas, ¿Qué acababa de decir Colton?. —Pero Colton, yo no quiero a esa mujer cerca mío— se apresuró a decir Geraldine con rapidez. —Tranquila, si ella te toca o te hace algo, yo mismo voy a ocuparme esta vez, aunque no nos guste, ella es la experta en moda, aprenderás de ella y luego me ocuparé de que su carrera se destruya para siempre. Abby sonrió. —Me levanté una vez, puedo hacerlo de nuevo, inclusive si me faltaran ambos ojos. Colton la fulminó con la mirada, esa despreciable mujer, ¿Cómo se atrevía a decir tal cosa?. —Ya veremos. Los empleados que presenciaron todo, no sabían que había ocurrido, pero sin duda si Colton Delavicci la odiaba, era seguro de que su vida sería un infierno en aquel lugar, pero la señorita By se veía joven y alegre, bonita y carismática, ¿Qué tanto mal podía hacer alguien como ella?. Abby fue llevada hasta la oficina de Geraldine, donde firmó su contrato por dos años, para ella era una oportunidad única, de saber ¿Por qué Lucy hizo lo que hizo hace seis años?, ¿Y por que Geraldine estaba unida a ella?, ¿Quién era Colton realmente?, ¿Y de que manera los iba hacer pagar?. Firmó sin titubear y dejó la pluma sobre el escritorio, se enderezó y sonrió para después salir de aquel lugar. Colton salió de aquel edificio y subió a Rolls Royce que ya lo esperaba, su asistente subió en la parte de enfrente y su guardaespaldas en el lado del copiloto. —Marco, quiero que investigues a la diseñadora By, quiero saber todo de ella. —Si señor—Respondió el asistente. En la villa numero 6 de Wespont, Abby llegaba triunfante, entró a la hermosa casa y se quitó los pesados tacones, fue descalza hasta la cocina y se sirvió un poco de agua. —Ya llegaste. Se giró y sonrió al ver a Lauren Bennette, el chico que la salvó hace seis años en aquel puente, Laurent ahora tenía 22 años, era alto, musculoso, estudiaba en la universidad y jugaba fútbol americano con lo cual había ganado una beca completa, era muy bueno, para Abby, Laurent era como un hermano, cuando ella lo conoció, él vivía en un departamento pequeño, vivía solo, estaba solo igual que ella, gracias a sus cuidados, Abby pudo ponerse fuerte física y mentalmente, ella le estaba muy agradecida y por eso ahora ella cuidaba de él. —¿Qué tal te fue?. —Me fue de maravilla. Laurente se sirvió un poco de jugo y sonrió. —¿A si?. —Colton Delavicci estaba ahí, al igual que Lucy, y esa mujer, ahora se que se llama Geraldine, es la prometida de Colton. —Espera ¿Qué?, no te quedaste ¿O si?. —Por supuesto que si. —Abby, olvídate de esa venganza, no es bueno para ti. —Ellos jugaron conmigo, si no fuera por ti, ya estaría bajo tierra, ahora viven sus vidas cómodamente sin que nadie les diga nada, eso no puede ser, no puedo vivir tranquila sabiendo que ellos no sienten ni un poco de remordimiento. Laurent hizo una mueca. —Esta bien, te apoyo, pero por favor, no vayas a salir lastimada. —Quédate tranquilo, ya tengo un plan. A la mañana siguiente, Abby se puso un hermoso conjunto que constaba de un pantalón amarillo y de una camisa anaranjada, sujetó su cabello en un chongo y se puso una capa de maquillaje, pintó sus labios rojos y se puso unas zapatillas blancas, se veía exquisita. Salió de la villa y pidió un taxi, tenía que comprar un auto sin duda, aunque nunca fue buena manejando y por eso no se animaba a tener uno. El taxi la llevó hasta Dikens, al entrar, todas las miradas cayeron sobre ella. Los hombres sentían como sus corazones latían con fuerza y las mujeres guardaban cada detalle de su vestimenta para algún día copiar su estilo, ella saludó con amabilidad y subió en el elevador hasta el piso que le tocaba. Faltaban cuatro pisos, cuando de pronto la puerta se abrió y la mirada de Abby, impactó con la fría mirada de Colton, para Colton era desagradable empezar su mañana de ese modo, viéndola a ella, subió al elevador de cualquier modo y miró a su asistente Marco. —Sube en el siguiente.
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