
Matías Guerra es un hombre que lo tiene todo… excepto paz.
Presidente de Guerra Enterprises, heredero de un imperio construido sobre ambición y silencios, aprendió muy pronto que el poder es la única forma de sobrevivir. Hijo de Martina Irrizabal, una mujer despiadada que destruyó vidas sin mirar atrás —incluida la de sus propios hijos, Matías y Salvador—, él decidió enterrar el pasado y endurecer el presente.
En su mundo, Matías manda, controla y dispone. Está acostumbrado a que nadie le diga que no, a que las personas se acomoden a sus deseos y a que las mujeres se acerquen atraídas por su apellido, su dinero y su influencia. Incapaz de confiar, las utiliza sin involucrarse, y cuando el interés se apaga, simplemente desaparece, dejando atrás historias sin nombre ni despedidas.
Todo cambia el día en que conoce a Dasha Steiger.
Dasha no se rinde ante su poder ni cae en su juego. No porque sea inmune a él, sino porque pertenece a otro hombre: es la prometida de Sergei Novikov, uno de los empresarios más influyentes de la industria automotriz del este de Europa. Sergei no es solo un rival imposible; es una deuda viva. La familia de Dasha le debe favores que no pueden pagarse con dinero, y romper ese compromiso tendría consecuencias devastadoras

