꧁Capítulo Veintiuno; Christian꧂ Tengo la maleta hecha y con manos temblorosas tomo mis cosas, tengo que irme de aquí cuanto antes, no quiero arriesgarme, mi corazón late frenético mientras camino hasta la puerta, al abrirla me encuentro con Hilda, quien supongo estaba a punto de llamar, el alma abandona mi cuerpo. —¡Mierda! –maldigo casi sin aire. —¿Christian, qué palabrotas son esas? —Lo siento Hilda, es que me asustó. —Lo siento mucho, solo venía a avisarte que el desayuno ya está listo para cuando quieras tomarlo. –anuncia y su mirada repara en mi maleta. —¿Te vas? —Sí, surgió un problema. –y no miento, si hay un problema. —Bueno, el desayuno ya está listo, lamento no poder acompañarte hoy, pero debo ir a casa de catalina, su padre murió ayer en la noche. —Lo lamento muc