꧁Capítulo Ocho; Eva꧂
Hace dos días que todo lo que tenía se acabó, Dominic y yo estamos en un hotel cerca de la última pista que pudimos obtener de Ana, ella tiene a mi hija y aún no entiendo sus motivos. Mag y Simón están en casa, sepultados juntos, en el jardín que por mucho tiempo ella se encargó de cuidar.
Camino de un lado a otro tratando de calmar mis pensamientos que van desde Christian hasta mi hija, luego la muerte de los que fueron mis padres cuando lo necesite, la visita de Helena, Dominic... Todos esos pensamientos me abordan sin piedad una y otra vez.
Quiero llorar, maldita sea que si. Todo esto era tan bueno y ahora...
—¿Por qué nadie llama? –cuestiono harta de esperar.
—Por qué quién tiene a Vi es Ana. Esto no es un secuestro común, Eva, ella debe querer algo a cambio
