꧁Capítulo Dieciocho;Christian꧂
Después de un largo viaje de 13 horas y 40 minutos con escala en una ciudad, llego al Aeropuerto Internacional de Matecaña, Eva tenía tanta razón en prohibirme ver Colombianas, hay muchas mujeres bonitas aquí, pero ninguna como ella.
—¿Puedo ofrecerle un recorrido por la ruta del café? –me ofrece una chica castaña con ese tono de voz tan peculiar.
—No, gracias. –respondo con un español fatal, ella sonríe.
—¿De dónde eres? Tu español es malisimo. –señala sin titubear.
—Inglaterra.
—Ya veo, ¿vienes de vacaciones o por placer? –cuestiona en un inglés fluido.
—Negocios.
—Si necesitas una guía, llámame. –me entrega una tarjeta con su nombre. Luciana Rodríguez. Guía de turismo.
—Gracias Luciana.
Sus ojos reparan en la mano que lleva mi maleta y su
