Alex mantenía la mirada perdida en el agua pensando en lo profundo que eran los secretos, en lo dañinos que resultaban ser a un punto que parecían ahogarte. En los primeros meses después de su divorcio, tiempo en el que se dedicó a buscarla a ella y a la verdad detrás de todo lo ocurrido, estuvo a nada de descubrirlo todo pero cambió de opinión cuando supo que de nada serviría porque ella nunca vendría, porque de haberlo amado un poco como él lo hacía con ella no se hubiera marchado sin siquiera escucharlo. Hubiera confiado en él, merecía como mínimo un poco de confianza. Verla ahora a pesar de ser imposible no dejar de admirarla desde lejos no se sentía igual, aquellos sucesos fragmentaron todo incluida la forma en la que la adoraba, en hacer lo que fuera para verla feliz y sonriente,