Lili Bennet Haber ido con él había sido un error, ni siquiera supe cuando salí de la oficina con los nervios a flor de piel sin poder superar que lo tuve a centímetros de mi, que pude sentir de nuevo el rice de su piel y su respiración fundirse con la mía. Estaba confundida, demasiado confundida y debí saber que volver a enfrentarme a él no sería una tarea fácil por todo lo significaba en mi vida. El corazón no sabía de traiciones, ni cuándo dejar de amar a alguien por mucho que este le hubiese hecho daño. El corazón era estúpido, yo era una tonta por haber entrado en la cueva del lobo. Afortunadamente no me encontré con su prometida o de lo contrario hubiera armado un revuelo que era lo que menos se me apetecía. Debía móndeme ya y viajar a esas zonas que tenía marcada para conseguir