Lili Bennet Firmé el último documento pendiente y se lo tendí a mi secretaria antes de levantarme dando por terminando mi jornada laboral, le había prometido a mi hijo llegar más temprano y pasar más tiempo a su lado, no podía defraudarlo siendo que era la única persona que tenía a su lado. —Señorita Bennet —me llamó mi secretaria sigo nerviosa —hay sus mujeres que desean hablar con usted, están en la sala fuera de la oficina. —Que se retiren, no atenderé a nadie más —alcancé los papeles que descansaban sobre una pequeña mesa —y si no tienen cita no hagas que nadie suba a este piso, ¿de acuerdo? —Si, señorita. No volverá a ocurrir. Salí de la oficina deteniéndome de golpe al reconocer a las susodichas, quise pasar de largo pero en cuanto me miraron se pusieron de pie viniendo a m