RAINA KLEIN… Abro los ojos lentamente sintiendo una fuerte punzada de dolor en la cabeza. ¿Qué pasó? Me preguntó llevándome las manos a la cabeza recordando lo sucedido la noche anterior. Suspiro sentándome en la cama al darme cuenta que una vez más frustraron mi deseo de morir. - Qué irónico – murmuró para mí negando con la cabeza. Siento una molestia en la garganta una señal clara de que volveré a resfriarme por estar mucho tiempo expuesta inclemente frío de una noche en Berlín. Hacía mucho que los recuerdos de mi infierno no me atormentaban y me hacían perder el control, pero lo sucedido en el tocador fue más de lo que esperaba. - Despertaste – me tenso al escuchar su voz por lo que rápidamente me vuelvo salir de lo que parece ser el cuarto de baño abotonándose la ca