Dos años después... Adare, Irlanda. Según Google es uno de los pueblos más bonitos del país, y no lo niego. Martia estuvo encantada cuando llegó después de días de viaje. "Parece que vamos a vivir en un cuento de duendes" y tenía razón, parecía que estábamos en un cuento. Las casas son blancas y los tejados de paja. Aunque no lo consideraría un pueblo, es más bien una pequeña aldea. En mitad del campo hay una abadía que nos ha dado tiempo a visitar en todo este tiempo porque no hay manera de tener a una niña de seis años entretenida dentro de una casa. Martia va al colegio en Limerick. Un pueblo que no está muy lejos de aquí. Le ha costado aprender el idioma y aún no se maneja bien, pero estamos en ello. Nos llevamos escondidas meses hasta que me sentí totalmente segura aquí. No ha

