04

1222 Words
MATIAS… Salgo de la empresa rumbo a casa de mis padres donde me esperan para cenar. Amo mi familia, mis padres y mi hermana lo son todo para mí, aunque siento que algo falta en mi vida. Mientras conduzco pienso en Nort, ella no solo es bellísima si no brillante, trabajar hoy junto a ella fue brillante, sus comentarios y anotaciones respecto a ese chiste de acuerdo que quieren que firmemos. ¿De verdad creen que somos idiotas? ¿Qué por qué soy joven y mi hermana modelo, no sabemos sobre negocios? Por Dios, Dante y yo fuimos a la mejor universidad, nos graduamos con honores en dos carreras diferentes, Eirin a pesar de su exitosa carrera en el modelaje se preparó, fue a la universidad, se graduó con honores, nuestros padres nos criaron desde pequeños para esto. Mi mejor amigo Dante Coleman no solo es dueño de sus propias empresas ahora también se hará cargo de la empresa familiar, los bancos Coleman. Somos igual de listos a nuestros padres o a los empresarios veteranos quienes nos subestiman ahora. Al llegar a casa de mis padres veo que mi hermana ya se encuentra allí junto a Stefano y los Coleman. -              Buenas noches – los saludo a todos y voy a sentarme junto a mi madre. -              Hola cariño – me besa en la mejilla – te estabas tardando -              Estaba trabajando, arreglando un acuerdo que más bien parece un insulto – respondo y mi padre me observa como queriendo que diga más. -              Si papá - responde Eirin – la compañía que se quiere asociar con la nuestra, nos presentó un acuerdo que los beneficia más a ellos que a nosotros. -              Quiero revisarlo – dice molesto -              Tranquilo papi, - vuelve a decir mi hermana yendo donde nuestro padre – la nueva directora del departamento administrativo se percató de lo que estaba pasando, Matías y ella trabajaron hoy en eso, dentro de dos días tendremos otra reunión y llegaremos con un nuevo acuerdo, si no lo aceptan ellos conocen la salida. – dice mi padre sonriendo para después besar la sien de Eirin. Mi hermana siempre ha sido la luz de nuestro hogar, ella fue una grata sorpresa, nuestros padres habían acordado no tener más hijos después de mí, pero después de un viaje nos llevamos la maravillosa sorpresa. Cuando Eirin nació nuestro mundo se llenó de alegría, jamás sentí envidia por ella fue todo lo contrario me quedaba junto a su cuna por horas cuidando su sueño, pero cuando Dante y yo nos fuimos para el internado quedé muy triste, aunque mis padres me enviaban fotos de ella y cada vez que podían la llevaban a que me visitara. -              ¿Y quién es esa maravillosa directora? – pregunta nuestro padre. -              Se llama Nort Carrington – respondo sonriendo y su mirada cambia al igual que la de mi madre.  -              ¿Carrington? – pregunta mi padre -              Si, ¿pasa algo? – pregunto viéndolo curioso. -              Nada, hace mucho tiempo queremos encontrar una familia con el mismo apellido – responde nuestra madre -              ¿algo malo? -              No hijo, solo que hace unos años cometimos un error – responde mi padre, pero una mirada severa de mi madre lo hace guardar silencio – algo que no es momento de hablar. -              Pero nos gustaría conocerla – responde mi madre -              Parece que a Matías le interesa – dice Stefano divertido haciéndonos reír a todos. -              ¿Cuándo vuelve Dante? – pregunto cambiando de tema y veo a Eirin tensarse lo que me parece extraño – ese cabronazo se olvidó de mí. -              Pareces su novia – vuelve a decir mi cuñado. -              Como si lo fuera – respondo riendo -              Dentro de una semana, tiene asuntos que resolver en Alemania – responde nuestra medre sonriendo – cuando vuelva, tendrás tu novia contigo permanentemente. El resto de la noche hablamos de banalidades, cenamos riendo de nuestras bromas y anécdotas, aunque siento que algo me hace falta, sé que mi mejor amigo volverá pronto pero no es eso. Al final de me despido de los demás y conduzco hasta mi apartamento para descansar ya que nos esperan dos días muy intensos. Cuando llego a casa me doy una ducha y me acuesto pensando en un par de ojos grises que me están atormentando desde que los vi por primera vez. A la mañana siguiente luego de hacer ejercicio por una hora me doy una ducha con agua muy fría para relajar los músculos, salgo de la ducha y luego de secarme camino desnudo hacia el closet, elijo un traje de tres piezas, pantalones, chaleco, corbata y zapatos de color n***o, camisa blanca y una americana de color verde.        Una vez listo bajo a desayunar encontrándome con Rebeca quien ya me tiene el desayuno listo. Ella se encarga del apartamento y de mi por decirlo de alguna forma. Rebeca es como una abuela para mí. -              Buenos días niño – me saluda con dulzura -              Buenos días Rebeca – la saludo sentando en la barra del desayuno para comer. En ese momento suena mi celular. – Hola cabronazo – contestó sonriendo al ver que se trata de Dante. -              ¿Cómo has estado? – pregunta divertido – aparte de tu típico amor por mí. Hablamos mientras desayuno, me río de sus ocurrencias y me informa que en unos días vuelve a Nueva York, le hablo sobre cierta chica de ojos grises que me trae loco más no le digo su nombre, pregunto por su vida amorosa, pero él me cambia el tema, para cuando me subo a mi auto para ir a la empresa nos despedimos quedando en que nos veremos cuando vuelva. Al llegar a la empresa, subo hasta el departamento administrativo buscando a Nort, pero su asistente me informa que ella no ha llegado, le pido que me informe cuando llegue y sigo mi camino hasta mi oficina un poco decepcionado. Cuando llego a mi oficina, Alexa me informa de mi agenda y le pido que me despeje la tarde ya que tenemos el informe por terminar. Unas horas después tocan la puerta de mi oficina y luego entra Nort. -              Buenos días señor Ross – saluda ella, aunque su mirada es triste. – siento mucho llegar tarde. -              No te preocupes, - respondo poniéndome de pie para ir hasta ella – debía ponerme al día en algunas cosas antes de enfocarme de lleno en el acuerdo.  – veo que va enfundada en traje rojo, con un top n***o a juego con sus zapatos. Pero cuando me fijo en su hermoso rostro siento como la furia se enciende en mi cuerpo, en una de sus mejillas hay un pequeño hematoma y sus ojos están rojos e hinchados como si hubiera llorado toda la noche. La tomo del rostro con suma delicadeza y hago que me vea a los ojos. -  ¿quién te hizo esto? – pregunto pasando mi pulgar con delicadeza para no lastimarla. Veo como sus ojos se llenan de lágrimas. -              Me golpeé con la mesita de noche dormida – responde y noto el esfuerzo que hace para no romper en llanto. – cuando esté listo puede informarme para que iniciemos la corrección – sin más sale se la oficina dejándome con la sangre hirviendo del coraje que siento en este momento.      
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD