Sr. Ross

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MATIAS ROSS...

Conduzco rápidamente hacia la empresa ya que hoy mi hermana Eirin se unirá a la empresa y estoy muy contento con ello. Adoro a mi hermana más que a nada en el mundo, no sé qué fue lo que la hizo cambiar de parecer con respecto a unirse a la empresa y dejar el modelaje, pero lo agradezco. Además, también está el hecho de que en dos semanas vuelve mi mejor amigo y hermano Dante Coleman.

Al llegar a la empresa camino hasta mi ascensor privado rumbo a mi oficina, hoy conoceré a la nueva directora del departamento administrativo. Vi el informe sobre el su entrevista y su currículum los cuales son extraordinarios. Se graduó con honores en administración y economía, además de que estuvo al frente de un viñedo en Italia. Las respuestas durante su entrevista fueron impresionantes por lo que puede escuchar en la grabación de que dieron.

Cuando llego al piso cincuenta y cinco donde se encuentra la oficina del presidente y vicepresidente de la compañía además de una sala de juntas. Al salir del ascensor me encuentro con una espectacular castaña que al verme sonríe ampliamente y viene casi corriendo hacia mí.

-              Hola enana - saludo a mi hermana Eirin quien me abraza fuertemente. - ¿cómo estás?

-              Bien, papá me pidió que viniera para que comenzara arreglar mi oficina - responde ella mientras caminamos a la mía - para que esté lista el día que hagamos la reunión.

-              Si, ayer la despejaron y los trabajadores no tardan en llegar - respondo entrando a mi oficina, la veo sentarse en una de las sillas frente a mi escritorio. - mientras esperas ¿quieres acompañarme a ver a la nueva directora del departamento administrativo?

-              Si, ¿por qué no? - responde ella sonriendo - ¿si te enteraste de que Dante volverá?

-              Si ya era hora - respondo y es la verdad, hace cinco años Dante se fue de repente, fui a verlo varias veces en Alemania, pero nunca me dijo por qué se fue.

-              Su padre le pidió que se hiciera cargo del banco por que quieren retirarse ya del todo - respondo viéndola y ella solo asiente con la cabeza. - ¿cómo vas con Stefano?

-              Bien, él es muy atento y lindo conmigo - responde ella sin importancia y yo la observo divertido mientras me siento.

-              Cuanta pasión - respondo y ella me observa haciéndose la ofendida.

-              Pero que malo eres - responde divertida, en ese momento tocaba a la puerta.

-              Adelante - respondo viendo a mi hermana, entra Alexa mi asistente tan formal como siempre.

-              Buenos días señor, señorita Ross - nos saluda y nosotros a ella - la señorita Carrington acaba de llegar.

-              ¿Ya tienen todo listo para ella? - pregunto

-              Si señor

-              Hazla pasar - responde Eirin seriamente.

-              Por supuesto señorita - responde Alexa para luego salir - ¿quién será mi asistente?

-              Bella Loor, la conocerás en un rato - respondo

-              ¿es amable?

-              Es muy buena persona - respondo y ella sonríe. Amo a mi hermana ella es mi orgullo, Eirin y yo siempre hemos sido muy cercanos, aunque en los últimos años la he visto un poco apagada, aunque todo queda a un lado cuando se sube a una pasarela, aunque ahora está en una relación con Stefano sus ojos no brillan como hace cinco años. De repente la puerta se abre dejándonos ver a una espectacular mujer. Es alta, rubia, ojos grises de mirada profunda y seductora, su cuerpo es espectacular enfundado en un traje rosa y tacones beige, su caminar es seguro y seductor. Es hermosa

-              Buenos días - saluda y Eirin se pone de pie, tardó en reaccionar un momento, pero la imito.

-              Mucho gusto Eirin Ross - se presenta mi hermana - vicepresidenta de la compañía.

-              Nort Carrington - responde ella sonriendo - mucho gusto en conocerla.

-              Él es mi hermano Matías Ross, presidente de la compañía - me presenta Eirin haciéndome sentir como un idiota por quedarme sin habla. Ella posa sus increíbles ojos en mí y me sonríe.

-              Mucho gusto señor Ross - dice extendiéndome su mano.

-              El gusto es mío - respondo estrechando su mano. Su contacto hace que mi piel hormiguee. - tome asiento por favor.

-              Cuéntame de usted señorita Carrington - comienza a decir mi hermana. - sé que ya realizó la entrevista, pero queremos conocerla un poco más.

- Por supuesto señorita Ross - responde Nort como si nada – nací aquí en Nueva York, pero me fui a vivir a Italia desde que tenía cuatro años, estudié Administración y economía, además de una maestría en negocios internacionales, desde hace cuatro años estuve al frente de un viñedo y ahora estoy aquí.

-              ¿Por qué el cambio? - vuelve a preguntar Eirin

-              Quise ampliar mis opciones - responde ella

-              ¿Y crees que está compañía cumpla con sus expectativas? - pregunto involucrándome en la conversación.

-              Es un gran reto que estoy dispuesta asumir y créanme cuando les digo que si no estuviera segura de poder hacerlo no les haría perder su tiempo - responde haciendo que Eirin sonría.

-              Siendo así bienvenida - dice mi hermana poniéndose de pie, Nort y yo la imitamos.

-              Puede ir a recursos humanos para la firma de su contrato y mañana puede comenzar - digo y ellas asiente

-              Muchas gracias - responde Nort para luego irse y dejarnos solos.

-              Hermosa ¿verdad? - pregunta Eirin con malicia

-              No sé de qué hablas - respondo sentándome de nuevo.

-              Te quedaste mudo cuando ella entró - se burla y yo le doy una mirada severa.

-              Te odio - digo observándola

-              Eso no es verdad - responde divertida - ¿me acompañas?

Salimos de la oficina para ir a la que será suya, hablamos con los trabajadores sobre lo que ella quiere y nos informan que en cuatro días estará lista, luego le presento a su asistente. La mañana se me va ayudando a mi hermana a instalarse en la empresa. A medio día vamos a comer mientras hablamos de cosas triviales, pero no puedo sacarme de la mente esos increíbles ojos.