Parpadeo un par de veces para aclarar mi vista y lo primero que veo es el techo de la habitación de hotel. Me incorporo en un movimiento y mi cabeza da vueltas. ¿Qué pasó? ¿Fue todo un sueño? ¿Kevin no me traicionó? ¿No quedé en ridículo delante de Osvaldo? El ruido de la tormenta me da todas las respuestas, sigue siendo catorce, sigue siendo uno de los peores días de mi vida. —¡Oli! ¿Estás bien? —cuestiona Kevin con preocupación y sentándose delante de mí. Esquivo su mirada mientras asiento con la cabeza. ¿Tan fuerte fue el golpe que no recuerdo cómo llegué acá? Habré estado desmayada bastante tiempo. Toma mi mentón para levantarme el rostro e inspeccionarme mejor, pero hago fuerza para que no lo logre. Le doy un empujón y voy al baño con velocidad. —¡No te encierres, Olivia! Habl