Hoy me desperté con buen ánimo, tanto como para probar la paciencia desmedida de mi querido esposo. Con mi cabello húmedo goteando sobre mi blusa, transparentando la fina seda palo rosa, una falda negra ajustada y unos zapatos negros de taco aguja, son mi look del día. — Buenos días señora ¿Se le ofrece café? — Si por favor Magda –tomo asiento y doy una rápida repasada sobre el traje azul del castaño, tan perfecto como él. Sebastián está revisando el periódico, tomando su café tan oscuro como le gusta. Y en cuanto me ve, deja a un lado todo y se concentra en la ropa que llevo puesta. Elegida exclusivamente para él. — Buen día, amado esposo –le sonrío pronunciando cada palabra con ironía — Hoy tenemos una reunión pendiente — ¿Tenemos? Yo no estoy invitada –solo le juego una b