Capitulo 4.

2079 Words
Kendall se sentía totalmente paralizada del miedo, aquello no podía estar sucediendo, no de verdad, Wendy no estaba en su departamento amenazándola con un cuchillo, y mas que todo, Ethan no se había ido aun, él estaba por algún lado esperando el momento justo para ayudarla y sacarla de aquel infierno, eso era lo que la chica quería creer, porque la realidad era una muy distinta La verdad era que Ethan estaba para ese momento ya muy lejos y que Wendy estaba tan desecha que no le quedaba absolutamente nada en el mundo que quisiera proteger, no tenía anda que perder, y eso era lo pero que lo podía suceder a una persona No tener nada que perder significaba que le importaba un comino lo que fuera que quisiera suceder con ella y con las personas a su alrededor, se habían llevado a Christian, a su Cristhian, y eso la mujer no pensaba perdonarlo jamás Y si bien Ethan no había sido el asesino, había sido la razón por la que Catlyn lo había hecho, por la que Catlyn había disparado sin importar que ella estuviera al lado, aquella escena se quedaría grabada por siempre en la memoria de Wendy, y buscaría venganza, de verdad, Ethan y Kendall no eran mas que un par de jodidos chicos que le habían destrozado la vida, y ella era en ese momento más poderosa de lo que había sido nunca en su vida -¿Qué quieres decirle?- Kendall se quito con velocidad la lagrima que corría por su rostro mientras se obligaba a si misma a ser fuerte, incluso aunque estuviera muriendo de miedo aquella persona que tenia en frente era el demonio mismo para ella, y como tal debía enfrentarlo Estaba sola, y debía armarse de todo el valor suficiente para hacer algo por si misma, para rescatarse tal cual a como lo había hecho con Ethan en el pasado -En realidad, no hay nada que quiera específicamente…No de ti- Hablo detenidamente mientras movía con entusiasmo el cuchillo que había hecho que Kendall retrocediera otro par de pasos Kendall conocía a la perfección los alcances de Wendy, sabia de lo que era capaz, ella mima había tenido que padecerlo, pero había algo más importante, algo que sabía que podía empujarla mas a dañarla que el simple hecho de sus alcances, y eso era el dolor, Wendy derrochaba dolor por donde se la mirase, sus ojos parecían estar gritando sin derramar siquiera una gota de agua, y su semblante se veía totalmente agrietado, a pesar de que llevaba el maquillaje al punto y que no titubeaba para decir ninguna de las palabras que soltaba Kendall conocía perfectamente esa coraza, ese escudo protector que no protegía del todo y que te hacia creer que no importaba nada, porque al fin y al cabo, ya te habías roto, y era aquello lo que temía, que la mujer delante de si estaba mas rota que nadie, y que estaba buscando cortar y destruir con aquellos irreparables pedazos -Entonces deja de jugar y dime de una maldita vez porque es que estas acá- Soltó Kendall muy bajito, como si decir aquellas palabras ya le costara lo suficiente Wendy soltó una risa seca, y entonces miro con desdén hacia Kendall -¿Sabes? Ethan es tan parecido a mi Cristhian- Hablo entretanto la castaña frente a si apretaba los ojos ante sus palabras -Ethan no es como él, no se parecen en lo absoluto -Por supuesto que sí, estos días tras él me ha hecho darme cuenta de lo iguales que son- Wendy se sentó en el sillón n***o de Ethan, y adopto una expresión que a Kendall le pareció una de las más cínicas que había visto nunca -Has estado siguiéndonos- Afirmo, no iba a preguntar algo que ya le habían asegurado, por algo estaba esa mujer justo ahí en ese momento, sabía que Kendall estaba sola, sabia que Kendall era importante para el chico y por eso era que iba herir justo aquella fibra de Ethan que parecía tan sensible -Ethan es igual de explosivo- Continuo mientras ignoraba lo que Kendall acababa de decir- Consiguen lo que quieren sin importar a quien se llevan por delante, son apasionados de una forma algo retorcida, pero no me malentiendas, no me desagrada- Catlyn miro hacia Kendall que se había quedado sumida en sus pensamientos Justo tal cosa, le había gritado ella a Ethan en el reclusorio, justo aquellas palabras que Wendy estaba diciendo se las había dicho Kendall a un Ethan que la había defraudado como nadie, y tenia razón, y eso era lo jodido de todo, la chica podía ver claramente aquellas ocasiones en que Ethan había hecho justo lo que estaba diciendo Wendy con tanta ilusión ¿Acaso no era eso lo que había pasado hacía unos pocos minutos? Él había obtenido lo que quería, había cumplido con su objetivo incluso aunque ella no se sentía totalmente preparada, y si, ella había aceptado, y tal vez él no la había secuestrado en su habitación hasta que dijera que sí, pero si la había obligado, de una manera muy diferente, de una en la que no necesitaba armas pero que por eso no resultaba menos peor Y lo mas retorcido era que Kendall ni siquiera se había dado cuenta de aquello, había dicho que si porque creía que era lo que quería, porque pensaba que quizá era bueno arriesgarse y dar el paso, pero si miraba en retrospectiva todo a su al rededor podía ver como claramente lo había hecho nada más que por complacer a Ethan Aquello no debía estar bien, e irónicamente Wendy se lo acababa de mostrar -¿Estas oyendo lo que te digo?- Inquirió Wendy con una mueca de fastidio -Si, pero no estoy de acuerdo contigo- Respondió envalentonada mientras sacudía su cabeza de esos pensamientos que resultaban algo aterradores -No te estoy pidiendo que lo estés, al fin y al cabo a chicas como tú no les gusta ver la verdad, prefieres quedarte con la parte buena del cuento que papi solía contarte para dormir- Resoplo poniéndose en pie, no le gustaba que Kendall creyera que podía intimidarla, porque si alguien tenia al toro por los cuernos ene se momento era ella Kendall se quedo en silencio con la mirada fija en ella, no pensaba soltar palabra alguna, no quería decir nada al respecto porque aunque odiase aceptarlo, Wendy tenía más razón de la que creía y aquello estaba carcomiendo internamente a la chica que ene se momento se sentía entumecida tanto por dentro como por fuera -Me das algo de lastima- Wendy mostro una risa torcida -¿Por qué? -Porque estas viviendo en el infierno y durmiendo con el enemigo sin siquiera darte cuenta- Señalo- Lo sé porque yo también hice lo mismo -Ethan no es Cristhian- Mascullo Kendall -Kendall, Kendall, Kendall, cree lo que se te de la gana de creer, el punto aquí es que estas completamente jodida -Ethan no haría nada que me lastimara, Ethan no es un alcohólico, Ethan no es un cerdo como lo era su padre- Ya se había hartado de que Wendy hablara de Cristhian como si aun anduviera por ahí en las calles, él estaba muerto, para fortuna de muchos, y ya Kendall se había cansado de pretender lo contrario frente a esa mujer que estaba completamente loca -¡Ellos no necesitan hacer nada para lastimarte! ¡Ellos te lastiman porque así son, es su naturaleza, lo tienen en la sangre! ¡Lo consiguen sin siquiera proponérselo! - Exclamo Kendall sintió como si de pronto ella le hubiera clavado aquel puñal que tenia en la mano a pesar de que Wendy no se había movido de su sitio, y seguía retándola desde la lejanía, pero lo sentía así porque era como si Wendy le estuviera gritando una verdad que ella no quería aceptar en lo absoluto -Hombres como los Lake te besaran mientras te desangran, te consumen- Continuo, eso era lo que Cristhian había hecho con aquella mujer que estaba ahí vengando a una persona que nunca había hecho más que odiarla y despreciarla, vengando la muerte de una persona para la que ella no significo nada, pero una persona por la cuela ella estaba dispuesta a todo, incluso aunque estuviera muerta, incluso aunque nunca la hubiera amado del modo en que ella quería y hacia -¡Están malditos!- Grito Wendy, como si aquella fuera la única razón medianamente lógica para que los Ethan,  y Christian consiguieran hacer daño  cada mujer que tocaban a su paso, como si hubiera algo en ellos que calcinara y destrozara, eso era lo que habían hecho siempre Matar de la forma mas sutil a todas aquellas mujeres que habían hecho parte de sus vidas Kendall hizo un recuento mentalmente, y entonces vio a todas las chicas que habían hecho parte de la vida de Ethan, vio a Britney, quien había entendido justo a tiempo que merecía más, y quien se había alejado cuando aun había tenido ocasión, vio a Catlyn, quien había matado por su causa, y en ese entonces estaba en un reclusorio vistiendo un mono naranja que en anda hacia juego con los tacos altos que solía usar, vio incluso a Jordyn, a la cansada Jordyn que estaba harta de que su hijo fuera la representación de la palabra hermetismo Y después se vio a si misma, llorando desconsolada en un callejón sin salida, tiritando al sentir sus gritos diciéndole que era culpable, y por último, y no por eso menos peor, se vio a si misma aceptando una propuesta que no había considerado del todo bien -No, Ethan ha cambiado, no es el mismo- Kendall negó con la cabeza y entonces Wendy la miro como si acabase de soltar el chiste más gracioso que había escuchado jamás- Piensa lo que quieras niña, no soy tu hada madrina y tampoco jugare a ser tu amiga- Escupió con desprecio -Lárgate de aquí- Le pidió Kendall a aun sin saber que pensar al respecto de todo lo que estaba pasando -¿Cómo has dicho? -¡Que te largues! Vete de aquí- Grito, como si no le importase que ella tuviera el arma, como si lo único que quisiera en ese momento fuera resolver el puzle en que se había convertido su cabeza y sobre todo, su alma que estaba vibrando ante todas aquellas perspectivas a las que ella no se había querido enfrentar aun -No vas a decirme que hacer niñita estúpida- Espeto acercándose amenazadoramente hasta una Kendall que para entonces, ya no le importaba ser herida, por lo menos no de la forma en la que Wendy pretendía, no había corte en su cuerpo, o herida en su piel que doliera mas que sus pensamientos acribillándola Ethan, que acababa de pedir un par de croissants de almendras, lo favoritos de Kendall, se sentía más que dichoso y feliz por el que la chica hubiera aceptado, aquello se sentía jodidamente bien, y aunque no sabía durante cuánto tiempo iba a durar la paz en la tormenta, lo iba a aprovechar tanto como le fuera posible, aquello era casi un sueño y el chico no quería despertar jamás, por fin había algo que no se iba, algo que permanecía aun sabiendo lo difícil que era, algo que no se apartaba y que por el contrario se aferraba con fuerza a él que a veces no se sentía lo suficiente para una chica como ella Compartir la vida con Kendall iba a significar muchas cosas, y aunque sabia que iba haber peleas, y que iba  tener que contarle sobre ciertas cosas, como por ejemplo sus pesadillas y algunos de sus mas profundos temores, también sabía que todo aquello iba a valer la pena e iba ayudar a cerrar por fin aquellas brechas que a veces los dividían, era dar el todo por el todo, o se daban cuenta de que estar juntos era lo que querían, o definitivamente entendían que por mas intentos y promesas, no iban a funcionar probablemente nunca Ethan miro con el ceño fruncido la puerta principal de su edifico que se encontraba abierta, y entonces en contra de todas las cosas buenas que estaba sintiendo, un repentino temor se instaló en su estómago, Kendall, era lo único en lo que podía pensar, verla de un lado a otro tratando de ordenar en algo el desorden que tanto odiaba, o en su defecto tomándose una taza de café en la cocina era la imagen que en ese momento él anhelaba ver Nada mas que eso, verla y saber que todo iba bien…Que iban a estar bien.    
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