Julio La sinuosa figura de Mia apareció detrás del empleado del restaurante, la reconocí, pero aquella atractiva mujer era todo lo contrario de esa hermosa chica de tierna mirada a la sentía debia proteger incluso del mismo sol. Las curvas femeninas que se aproximaban a mí, eran las de una mujer empoderada y quizás hasta independiente, aparentemente era una mujer segura de sí misma, incluso él hombre que la había conducido hasta a mí, agacho la mirada en su presencia, sabia que un hombre como él no podía tener una dama como ella. Me levanté de inmediato, lo hice instintivamente, solía hacerlo frente a cualquier mujer aunque no mereciera tal gesto, pero era un modal que mi padre me había inculcado y que debia tener ante la presencia de una mujer. Cuando se acercó pude contemplar su belle