Cian Veloder Observó mi princesa a través del cristal al no poder entrar en la habitación, puedo ver como su pequeño cuerpo esta atrapado entre tantos alambres, son las cinco de la mañana casi las seis. Mi princesa tiene los ojos cerrados viéndose como un ángel, su cabeza se encuentra vendada, su rostro lastimado notándose unas lineas rojas y otras cerradas con parches parecidos a esparadrapo, sus labios y nariz son cubiertos por la mascarilla de respiración artificial, sus cuerpo cubierto de vendas y la bata de hospital. Ver los hematomas me enfurecen. — Te amo princesa. • • • Suspiro tomando un café en la cafetería del hospital, veo mi celular así saber si hay alguna novedad tengo llamadas perdidas de Marisa, por quien cambiare mi numero de celular, no me gusta me presionen de esa f