Capítulo 3

1694 Words
Narra Violette  Estaba un poco estresada por tanto trabajo, la próxima semana tenía que hacer la presentación de mis nuevos diseños. Había pasado tanto en estos últimos años, sonreí inconscientemente, había logrado lo que hace 5 años me propuse, soy una mujer nueva. Cuando llegué a la ciudad lo primero que hice fue hacerme un cambio de estilo, ir al gimnasio y tener una dieta balanceada, entré a la universidad a seguir mi carrera. Son tantos cambios que he tenido, ya no soy más aquella muchacha rellenita, ahora tengo una buena figura gracias al ejercicio tengo un abdomen plano y un cuerpo exuberante. Soy dueña de la marca "VIROMI" que mi abuela me heredó, también tengo una cadena hotelera con el mismo nombre. Empresas que he expandido en todo el país y continente, también en Europa, en principal en mi país natal. No he vuelto a España, siempre mandaba un representante para los negocios de esa empresa. He mantenido contacto con mis hermanos; Dylan y Demián, no he querido comunicarme con mis padres mucho menos con mi hermana y por lo que sé ellos tampoco. Me duele pero con el tiempo he aprendido a vivir con ello. Unos golpes en la puerta de mi despacho me sacan de mis pensamientos haciendo que me sobresalte en mi silla. —Adelante. La puerta se abrió y mi asistente personal entra. —Señorita el Señor Williams ha llamado; dice que se presente mañana a las 9:00am en su empresa. Mis ojos se iluminan y los abro de la sorpresa. No lo puedo creer tengo tiempos esperando esta noticia, desde ya hace bastante tiempo que quiero hacer negocios con él, lo admiro por el gran éxito que tiene en el mundo empresarial. Pensé que nunca aceptaría. —¿De verdad?—pregunto incrédula —Si, señorita. La secretaria llamó para avisar que el Señor Williams la espera mañana en su empresa—repite con una sonrisa en su rostro. —Muy bien, cancela todo lo que tengo mañana. Todavía no me lo creo.—dije con emoción —Pues créalo. Dicen que el señor Williams es muy guapo—suspira como enamorada—ya quiero conocerlo. —Y lo conocerás—le sonrío—la verdad a mí no me interesa que tan guapo o que tan feo sea, lo único que quiero es hacer negocios con él. Y es cierto yo tengo a mi novio, ¿Para qué andar fijándome en otros hombres? —Lo dices por Scott—ella suspira—te hablaré como mi amiga que eres, este hombre solo te utiliza, Violette. Te engañó una vez y lo perdónaste, ¿Quién asegura que no lo hará otra vez? Disculpa que sea tan dura pero lamentablemente es la verdad—suspira—Tú mereces a alguien mejor Vio, dime algo ¿Lo amas? ¿Lo amo? Esa pregunta ronda por mí cabeza desde hace días. No sé la respuesta, no estoy segura. —No lo sé—admito —¡Ay amiga mía! Me duele decirte esto pero...—la observo con curiosidad—Ayer lo ví con la recepcionista besándose. Abro mis ojos sorprendida ¿Cómo puede ser tan descarado? No me duele, pero lo que más puedo odiar es la traición y la mentira. —¿Estás segura? —Si, yo me tomé el atrevimiento de tomarles una foto. Sacó su celular y se puso a buscar lo que creo es la foto, me pasó su celular, yo lo tomé y observo la pantalla, y en efecto es él . Vaya que me vió la cara, pero ya va a ver qué de mí ya no se va a seguir burlando. Le devuelvo el celular a Tessa. —Tessa te puedes ir ya es bastante tarde, yo tengo algo que ir a resolver. Nos vemos mañana. Mi amiga asintió y salió de la oficina. Yo tomé mis cosas e igual me marché y bajé al estacionamiento subterráneo. Busco mi auto último modelo, subo y lo pongo en marcha, conduzco por la hermosa ciudad, es una hermosa noche. Me detengo en una pizzería y bajo a comprar una pizza de queso. Luego de comprarla subo al coche. Llego a los portones de mi mansión, estos inmediatamente se abren. Bajo la ventanilla del auto —Buenas noches—saludo a los guardias —Buenas noches señorita—responden al unisono. Conduzco hasta la entrada de mi casa, apago el auto y salgo de él. Entro a mi casa, me dirijo al living sabiendo que allí me encontraré a mi querido novio. En breve mi ex. Él siempre viene las tardes pero en la noche se vá o se queda en una de las habitaciones de la casa. Tal como lo pensé está relajado viendo el televisor, al verme se levanta y camina hacia donde estoy. —Mi amor—intenta besarme pero ligeramente aparto mi cara—¿Qué te pasa? ¿Mal día? —Scott vete de mi casa y olvida lo que una vez tuvimos, tú y yo ya no somos nada, terminamos. Él me observa incrédulo. —¿Es broma?—niego con la cabeza—¡No Violette! Tú no puedes terminar conmigo... —Puedo y quiero—lo interrumpo—así que vete de mi casa —Esto no se quedará así tenlo por seguro. Tras decir esas palabras sale de la habitación y segundos después se escucha un portazo de la puerta principal. No sé porqué las personas siempre me traicionan. Pero no por ese motivo dejaré de sonreírle a la vida. Salgo del living y me dirijo al comedor la señora Carolina, quién es la ama de llaves, al verme me sonríe. —Señorita Miller, en un momento le traigo la cena. —No te preocupes Caro, compré pizza—Levanté la caja para que la observara  —Oh bueno, en ese caso ¡Buen provecho! —Gracias. Caro, tráeme un vaso de jugo que si no, me ahogo. Ella rió y se marchó a la cocina, a los segundos volvió con mi vaso de jugo y lo coloca en la mesa, justo en donde yo me siento. —Con su permiso me retiro. Asiento y enseguida ella se retira. Me siento en la mesa de comedor, abro la caja y me pongo a comer la pizza. Después de cenar, subo a mi habitación. Mi casa es hermosa, consta de dos pisos y 5 habitaciones todas con baño incluído. La casa está decorado con el color vino y el beige, es de un estilo entre lo moderno y lo victoriano. Entro a mi habitación y me quito la ropa, los accesorios y los matadores tacones. Me dirijo al baño, cepillo mis dientes y me doy una ducha. Me pongo mi pijama y me acuesto a dormir. Hoy a sido un día agotador. Al día siguiente me despierto temprano, me arreglo para ir a mi trabajo; opto por un vestido negro tallado, tacones negros y un bolso negro. Salgo de mi habitación apresurado, bajo las escaleras con mucho cuidado, porque pobre de mi si algún día de estos me doblo el pie con estos tacones. He de admitir que estoy muy emocionada por el contrato con el señor Williams y que voy a conocerlo en persona, lo he visto en diversas revistas. Y para que mentir el hombre es muy guapo, pero está fuera de mi alcance, él es un hombre mujeriego, según dicen es un hombre sin escrúpulos, juega con las mujeres para luego desecharlas. Suficiente tengo con las experiencias que me ha dado la vida con mis anteriores novios. Sólo quiero a un hombre que me ame, que me valore y me respete. Llego a mi empresa, saludo al portero como es mi costumbre, entro sonriendo y saludando a mis empleados. Yo no soy de los jefes prepotentes, arrogantes y que se creen mejor que todos sus demás empleados. Al contrario aquí todos aportamos algo, desde el cargo más alto hasta el más bajo. —Buenos días Tessa. —Buenos días Señorita Miller. —Pasa a mi oficina por favor—dije, ella se limitó a asentir. Seguí mi camino hacia mi oficina, entré y me senté en mi silla detrás del escritorio. Enciendo mi laptop, mientras espero a Tessa. Quien a los segundos toca la puerta.  —Adelante. Ella entró y camino hasta sentarse en una de las sillas frente a mi. —¿Lista para ir con el señor Williams?—pregunta sonriendo. —Si, estoy muy emocionada con hacer un contrato con él. Espero que de verdad me acepte como su nueva socia—dije entusiasmada. —Ya verás que si. Y cuéntame, ¿hablaste con Scott?—dice mirándome con preocupación. —Si, terminé con él. No te voy a mentir, me duele y mucho, de nuevo han destruido mi corazón. Tanto tiempo que me costó reconstruirlo, estoy cansada de que jueguen conmigo, Tessa—una lágrima traicionera salió de mi ojo izquierdo—Ya no puedo más, juro que conmigo nadie volverá a jugar, estoy harta de ser el juguete de los demás.  Y en este momento me derrumbe, recordando cada una de las cosas que me han hecho: el desprecio de mis padres, de los traicioneros que fueron mis supuestos "amigos" . Me siento tan necesitada de amor, de cariño y de atención. Me siento tan sola. Limpio con brusquedad las lágrimas que iban saliendo de mis ojos.  ¡Basta! No vale la pena llorar por personas bestiales como esas. Me regaño a mi misma, no me puedo dar el lujo de llorar. —Ve a preparar mis cosas, Tessa. Salimos en 20 para Williams Inc. —Como ordene Jefa. Le sonrío débilmente, ella se levanta de la silla y sale de la oficina cerrando la puerta. Yo mientras tanto ordeno unos documentos metiéndolos en un folder. Tengo que prepararme para la oferta que voy a hacerle al Señor Williams, tengo que dejarlo impactado para que me acepte. Estamos llegando a la empresa del Señor Williams, bajamos del auto, observo el imponente edificio frente a mi, tiene alrededor de unos 70 pisos, es muy alto. A paso decidido entro a la empresa con Tessa siguiéndome, me dirijo a recepción. —Buenos días señorita. Vengo a ver al Señor Williams—saludo amablemente a la recepcionista.  —Buenos días, ¿hizo cita? —Soy Violette Miller, tengo una reunión con él. —¡Oh! Disculpe señorita Miller, no la reconocí. El señor Williams la espera en el piso 64, sala de reuniones. —Muchas gracias. Sin darle oportunidad a responder me dirijo a uno de los ascensores fijándome que no fuera el presidencial. Con Tessa nos subimos al ascensor, marco el piso 64.  —Estoy muy nerviosa—admito —Tranquila que todo saldrá bien—trata de animarme —Eso espero. El ascensor se detiene y abre sus puertas, ambas salimos de él, afuera del ascensor se encuentra un imponente hombre quien al vernos se nos acerca. —Buenos días, señoritas—saluda seriamente y me observa—usted debe ser la señorita Miller ¿no es así? —Así es. Violette Miller mucho gusto—le extiendo mi mano mirándolo a los ojos. Unos hipnotizadores ojos grises. —Mucho gusto Señorita Miller, Alexandre Williams—dijo tomando mi mirada. Observándome con intensidad. Este hombre me ha hipnotizado con su belleza física que enamora a cualquiera, ahora entiendo porque las mujeres caían en sus garras no importándoles el daño que les podría causar. Este hombre va a ser mi perdición... 
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