Lo que Elena tenía a la mano era una botella de vino y después de destaparla la inclinó sobre el pecho de Charles y observó el líquido bajando por su piel y terminando en la alfombra, pero un poco quedó atrapado en su ombligo. Charles estaba inclinado hacia atrás y apoyado sobre sus codos cuando la vio inclinarse para probar el vino y trató de detenerla, había una distancia considerable entre lo que su imaginación le mostró para ese día y viendo la realidad llegó a su mente la idea de que estaba soñando. – Tiene buen sabor – dijo Elena y miró la botella, luego la agitó y la inclinó hacia su hombro – ¿quieres probarlo? Charles tragó saliva – tú eres… – no pudo completar la frase, le quitó la botella de las manos y probó el vino directamente de su piel, Elena se inclinó demasiado y la bot