La condesa Varem estaba muerta, el tiempo que tardaran en encontrar su cuerpo determinaría la fecha en que la noticia sería publicada, hasta entonces había ciertas certezas.
Por la muerte del conde Cristián Johansen, Elena sería la única culpable, la investigación sería cerrada y el abogado contratado por Charles Carsley aceleraría la entrega de la herencia para dejar por terminado el asunto.
Leopoldo Johansen y su esposa Catalina Fausto se convertirían en los nuevos dueños del título, la licorería y el viñedo entrarían en una sociedad junto con Erika Johansen, hija del conde, y la cervecería sería absorbida por el condado, más tarde los socios de Elena se unirían para comprar la parte que le correspondía y tomar control de la empresa, en la cervecería Hamilton no quedaría ni una sola pe
