CAPITULO 1

2705 Words
La vida ha sido una noble experiencia, el pasado es la razón de la cual me aferro para poder tomar más fuerzas. Aún recuerdo el olor a panecillos, o el nacimiento de mi pequeño, aún recuerdo mi vida antes de llegar aquí, es como si hubiera sido ayer, sonrió, no puedo creerlo, mi pequeño ahora no tan niño, ya tiene veinte años. Han pasado veinte años desde que tuve a mi hijo, veinte años a la cuales he luchado con todo, para mantener una vida segura, y gracias a mis esfuerzo soy lo que soy ahora. Una mujer con mucho poder. Mucho conocen como logre mi imperio, pero pocos conocen mi pasado y el esfuerzo que tuve que hacer para llegar aquí, muchas veces dejaba de comprar cosas materiales para ahorrar lo más posible, y gracias a ello tengo lo que tengo ahora. Al principio comencé desde abajo, desde un pequeño local de arquitectura que compre con mis ahorros, lo llame Alekmarlen uní mi nombre con el de mi hijo Alekseis, eso fue después que mi pequeño cumpliera dos meses, también tuve mucho ayuda de Aurora, la señora que me acogió en su casa, y me ayudo a terminar mis estudios universitarios estudie Administración de empresas, y eso me ayudo lo suficiente para montar mi propio minie imperio de diseño de arquitectura, hasta que llegamos tan alto, que casi no había espacio. Luego de allí decidí mudarme aquí a New York, y es allí donde la pequeña empresa se volvió en una de las empresas más poderosas de latino América, ahora no solo diseñamos también construimos. Ya no soy la misma chiquilla que llego a España buscando trabajo, ya no soy la pequeña joven embarazada acogida por una señora austriaca, soy más que eso, soy la señora Clare, la primera mujer que ha arrasado en el mundo empresarial. La empresaria más cotizada de estados unidos y de una buena parte de este mundo. La niña dulce, bondadosa llena de energía, ya no estaba. Ahora con mis treinta y cuatro años las razones de la mala vida me han resistido el alma, desde que tome el poder, tome la decisión de cambiar muchas cosas de mí, por obvias razones por supuesto. Si Necesito que me respetaran tenía que convertirme en la pura autoridad, debería que ser la manipuladora que obtenía siempre lo que quería, y así ha sido. Para ser la CEO tenía que poseer carácter y por supuesto astucia para poder mover las piezas correctas. *** Remuevo el líquido que está en mi copa, mi vista esta fija en la gran ciudad de New York, mi empresa es uno de los rascacielos más grandes. Fue re diseñado por mí, tiene una estructura sólida, la mayor parte de las paredes son de cristal polarizado, que deja que la luz se filtre en las oficinas, pero no deja que ningún ojo curiosa vea el interior. -Señora el señor Madiends ya ha llegado- salgo de mis desvelo, y volteo para ver a mi secretaria, Carolie. Asiento- ¿Mi hijo ya ha llegado ya?- ella se aclara la voz, y niega. -No señora, hace un rato me acaban de informar de que se retrasara un poco- asiento, y me encamino a mi escritorio, dejo la copa en la mesa de cristal, tomo una carpeta negra que posa arriba de mi escritorio, y salgo de la oficina con Carolie siguiéndome el paso, llego a la sala de juntas, encontrándome con dos hombres, uno es rubio de ojos cafés, habla con un hombre más robusto, que es mucho más alto que él. Esta de espalda por lo tanto no se ha dado dé cuenta de mi presencia. -Buenos días señores- digo aclarándome la voz, el rubio me mira y se coloca firme y se acerca a mí, mientras que el otro solo se mantiene de espaldas. -Mucho gusto mi nombre es Marton Misternon soy el abogado del señor Madiends, y usted es... Sonrió, acaso no sabe quién soy bien me voy a presentar- mucho gusto señor Misternon, soy Marlene Clare - muevo mis manos alrededor- dueña de esta empresa- El hombre voltea, y una fuerte corriente pasa por mi espina dorsal, ambos me miran con cierta tirria. Yo solo sonrió con superioridad- a que debo vuestra visita- pregunto, ellos salen de su letargo. -Amm disculpadme es que... -No os preocupéis, todos tienen esa misma impresión cuando conocen a la primera mujer que ha logrado montar un imperio, de seguro os pensáis que era una anciana de sesenta años o algo así, o me equivoco- digo caminando hacia mi asiento. Antes de sentarme hablan- Es un gusto conocerla señora Clare- le miro a los ojos, esos ojos tan azules como el maldito cielo, le sonrió y señalo las sillas. -El gusto es mío Señor Alejandro Madiends... tomen asiento por favor- ellos lo hacen, mientras mi secretaria está detrás de mí, esperando alguna orden mía-Y bien para que soy buena- pregunto mirando a ambos hombres. -Bueno, como abogado del Señor Madiends quería proponer algo que creo que le gustara- dice el abogado, lo miro con petulancia y curiosidad. Asiento y el continua- vera aquí mi cliente es uno de los empresarios más ricos de Europa y américa. -Y que tiene que ver eso conmigo- pregunto. -Vera mi cliente quiere que lo ayudes en un proyecto, además quiere- alzo mi mano para detenerlo, miro al hombre a mi derecha, el está absorto de todo, es como si estuviera en otro lugar menos aquí. -Acaso quieren asociarse conmigo- digo, el hombre de aquellos ojos azules me mira de una manera fría, valla eso sí que es interesante. -Exactamente sí, pero en este caso mi socio quiere proponeros un trato o un negocio- asiento. -Que trato- pregunto, aun sin quitar la mirada del hombre. -Un matrimonio- frunzo el ceño y lo miro ventilada. Rio con ironía- y acaso soy cupido, yo construyo edificios, no soy casanova. -Vera señora Clare, no soy un hombre con paciencia, mi padre Maximilian quiere que me case ya que he sobre pasado mis años y no tengo una familia como tal, entonces que mejor mujer que usted para que pose a mi lado como mi esposa- dice sin más aquel hombre, pero que osadía y rió. -Espere un momento, vienes aquí haciéndome creer que quieres asociarte conmigo y entonces vienes a pedirme matrimonio- me levanto y me inclino asía él. -Si- dice con aquel tono frió- te puedo asegurar que solo será por un año quizás dos, si así lo deseas. Si te pido esto aquí, es porque sé que eres franca y por qué sé que tú no serias capaz de quitarme o chantajearme por dinero, por lo que se, tienes el suficiente no es así. Además quiero sacarme de encima a mi padre- recalca, relamo mi labio, y recuerdo su expediente, Alejandro Madiends empresario, es soltero, un magnate mujeriego dueño de la empresa petrolera más grande de estados unidos, socio minoritario de varios presidentes. -Muy bien, verán yo construyo no hago favores así que es mejor que se... -Voy a dejar que lo pienses, cuando te interese hablaremos. Por ahora necesito también de que seas mi arquitecta personal, quiero montar una pequeña cadena hotelera- responde, arqueo una ceja y dejo que hable- y quien mejor que tú para que me ayude en ello, además tu forma de trabajar te han hecho muy famosa no es así. -Eres así siempre- digo sentándome nuevamente, nuestras miradas se afrontan- tan engreído y petulante un verdadero, como decirlo- hago énfasis – mujeriego rico y mimado. -No mezclo mi vida privada con lo personal, y lo demás siempre soy así, así como usted es así de siempre tan fría como el mismo glacial que hundió el titanic- espeta. -Bien, asociarme con un empresario petrolero me aria de maravilla, por ello os ayudare- hago una leve pausa- a cambio de lo demás, No pienso pensar nada, porque no me caso con desconocidos-me levanto y me encamino al ventanal de la sala- ahora dígame donde quiere como lo quiere y cuando lo quiere- le digo. -La verdad no creo que quiera saber dónde quiero-dice de forma irónica, coloco los ojos en blanco ante su casi coqueteo- al respecto al hotel quiero abrir el primero en Madrid- mi cuerpo se tensa, mi corazón late, y mis recuerdos empiezan a reflejarse en mi cerebro. -Creo que eso os costara millones- les respondo. -No me interesa el costo con tal que sea una buena estructura, de elegancia y belleza, que sea digna de la Elite. Mientras tenga un aspecto único lo demás no importa, no quiero que sea tan moderno, ya que Madrid es una ciudad de prehistoria, por lo tanto quiero que sea grande y que tenga tonalidades prehistóricas- dice, me volteo, voy hablar, pero mi hijo entra con una sonrisa. -Buenos días disculpaos por interrumpir, madre te traigo buenas noticias- besa mi frente y yo su mejilla, mi niño grande. -Estoy en una reunión, cariño después me contaras en casa- el asiente, se despide. -Tienes un hijo- pregunta Alejandro desconcertado, asiento, todo el mundo lo sabe- no eres muy joven-me encojo de hombros. -Tuve a mi Alekseis cuando tenía 16 años, así que es lo único que puedo admitir- el asiente- bien partiremos mañana a Madrid, no vemos hoy a las nueve de la noche es spriens Avim es mi aéreo privado viajaremos en mi jet- salgo de allí sin dejar que hable. -Ya sabes lo que tienes que hacer Carolie, cuando venga mi hijo hazlo pasar a mi oficina- digo para luego desaparecer por aquellas puertas. Entro a mi oficina, me acerco a refrigerador personal, saco una botella de vino tinto, y echo un poco de aquel liquido en una de mis copas, de allí me coloco a trabajar en los planos, ya tengo más de cincuenta hoteles a todo alrededor del mundo. No me quejo, tengo más de 800 millones de personas trabajando para mí, y a parte de construir empresas hoteles centro comerciales, tengo mis socios, y mis clientes, en este caso, estoy creando un centro social para ancianos, que no tienen familias a la cuales lo atiendan. Mi vida se ha basado en dejar mi huella en cada país, como por ejemplo África, es un país de bajos recurso, desde que comencé a fabricar millones, e donado mucho para aquel país. Trazo algunas líneas, diseñando algunos paneles, para la nuevo edificio de una planta en Italia, allí montare un museo artístico para Roth Person, un Ecologista y artista aficionado por el arte y las antigüedades. -Madre- levanto mi vista para ver a mi hijo entrando a mi oficina y trancando la puerta tras de él. -Ahora si podremos hablar, cuéntame cómo te fue- pregunto, mientras me encargo de diseñar y trazar. -Ali Notegin, quiere que nosotros seamos su arquitecto personal, ha quedado admirado con nuestro trabajo, por lo tanto quiere que nosotros seamos los que diseñemos su empresa de Berry Altacostur. -Me parece maravilloso, por ello voz te encargaras de hacer sus peticiones, y tú serás en el encargado de la construcción de sus sucursales. El asiente, se acerca para ver que hago y me pregunta- que quería el Magnate- dejo de trazar y lo miro. -Quiere montar un hotel en España Madrid- respondo- pero antes me ha pedido algo que me ha dejado un tanto intrigada. -Qué cosa- pregunta curioso. -Él quiere que unamos nuestras empresas, dice que seriamos algo mucho más grande, y cree que ambos necesitamos conformar nuestros trabajos en un imperio más poderoso... oh bueno eso fue lo que me hizo entender. -No es mala idea, unir nuestras empresa con la de ellos, va de mucho, además no estaría de mal unirnos a Petrolec Madiends su forma de vender distribuir es muy esencial, y unirnos a ellos cambiaríamos a ser los empresarios más ricos de new york a ser las personas que mueven el mundo entero, nuestras construcciones y su oro negro sería una gran forma de dominar partes de muchos países del reino mundial- miro a mi hijo y me encojo de hombros. -Es muy ambicioso no crees- le digo. -Lo es, además tu muy bien sabes que muchas personas quieren nuestro liderazgo, tenemos mucha competencia, estamos en el número dos de la élite new yorkina de la familia más rica de esta ciudad, pero no va de más de ser el primero no crees- asiento- y que es lo que pide Madiends para la unión de las empresas. -Unir nuestros apellidos, esa es lo que pide- mi hijo me mira confuso y frunciendo el ceño. -Osea tendrías que casarme para ello- dice, yo niego. -En la familia Madiends, no existe una mujer, todos son hombres, excepto Eloise la hermana menor de los hermanos Madiends, el caso aquí, que yo como presidenta de las industrias constructoras Clare tendría que casarme con el sucesor y presidente de Petrolec Madiends, que en este caso sería Alejandro- mi hijo se pasa las manos por su cabello. -Madre, solo es una opinión, pero si unid nuestro imperio con el suyo aseguraremos nuestro patrimonio, lo extraño aquí porque Alejandro te ha propuesto matrimonio, porque eso fue lo que hizo no es así- me encojo de hombros. -Tal vez a pensado lo mismo que lo pensáis voz, de seguro quiere unir su patrimonio con el mío para asegurar su empresa, además lo único que me ha dicho, es que su padre le ha estado insistiendo en que se case, como todos sabemos Alejandro es un hombre de familia tradicional, tiene que dar la imagen a pesar, de que en su casa es el padre ejemplar- tuve mis investigaciones sobre el tema, se sabía del rumor pero nadie lo aseguraba hasta que yo me entere de la verdad- el cree que nadie lo sabe... de que sus padres han estado cuidando de su hija de 17 años- mi hijo me mira, para luego hablar. -Y qué piensas tú- pregunta. -Es estúpido querer unir mi empresa con otra que no conlleva a igualar, el no hace lo que yo hago mientras el vende yo construyo, mientras el se la pasa acostándose con titirimundi a cambio yo... -Te la pasas trabajando. Madre eres joven una mujer merecedora de formar una familia- voy hablar pero me calla- y no vengas con que yo soy tu familia, pues es lo único que te pasas diciendo, pero merecer ser feliz tener a alguien que te amé, que te satisfaga en tus necesidades, ya tengo veinte años madre, te la has pasado toda la vida montando un imperios para asegurarme un futuro- abre sus brazos- mira todo lo que has hecho, lo que hemos logrado, ahora somos ricos, con dinero para comprar incluso un país entero, pero acaso no lo entiendes, sé que no eres feliz. -Claro que lo soy, mientras tú seas... -No madre, ya estoy grande, un día yo decidiré formar una familia, y tú te quedaras sola, yo no quiero eso para voz, yo quiero que me des hermanos quiero que tu envejezcas con alguien quien te amé y que tú lo ames- acuna mi rostro, nuestras miradas fijas- quiero que ames, ya as hecho mucho, has cuidado de mí, has pasado por demasiado, mereces ser feliz, no importa si es con Alejandro o con otro hombre, solo quiero que disfrutes, te pasaste toda tu vida cuidando de mí y formando todo esto para asegurarme la vida, ya estoy grande quiero que sigas- asiento resignada, el besa mi frente, para luego marcharse. *** Ya es de noche, miro como toda new York alumbra la oscuridad con sus focos, toda mi vida me la he pasado luchando por mejorar el futuro de mi hijo que he olvidado por completo muchas cosas. Mi felicidad, puse a mi hijo sobre todo, y así sería siempre, el siempre será lo primero. Pero en parte tiene razón, yo necesito que alguien me ame, yo también quiero amar, pero tengo miedo de fallar, miedo de no poder superar aquella noche. Me tomo la última gota de vino, tomo mi computadora junto con unos planos, y salgo de mi oficina, coloco mi clave para evitar el acceso de que intrusos entren, me encamino al ascensor, bajo a planta baja, me despido de portero para entrar en mi limusina, mi chófer Martein baja su cabeza al verme. -Buenas noches señora Clare- asiento. -Buenas noches Martein, vamos al aeropuerto spriens Avim- el asiente, y me adentro al auto, después de media hora llegamos, mi chófer abre la puerta, salgo con mis cosas en mano, me despido de mi chófer, para luego saludar al piloto , me adentro al avión, dispuesta a seguir mi rutina diaria, trabajar y trabajar.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD