-Eso no puede ser cierto, esa mujer miente, tiene que estar mintiendo, Stefan no sería capaz de hacer algo así, qué sentido tendría – Alex daba vueltas como fiera enjaulada por toda la habitación, recordando cada detalle, cada palabra dicha le parecía imposible esa mujer estaba mintiendo, pero por qué. Monique miraba a su amigo y no se lo podía creer, Stefan volvía a ser el mismo que ella conoció en la universidad, su mirada limpia y tranquila llena de inmensa felicidad, se alegraba tanto por él, por como su vida había cambiado desde que conoció a Alex, le daba mucha alegría que finalmente hubiese encontrado a la mujer que lograra sacarle ese dejo de tristeza que se apodero de él desde la muerte de Bea. - ¿Que tanto me vez? -Es que te miras tan… feliz – le dijo -Es que lo soy Monique,